Correos prepara una entidad para pagos, no un banco como anunció: ni dará hipotecas ni captará depósitos

Pedro Saura, presidente de la empresa postal, anunció en 'Expansión' el proyecto: «Correos lanzará su banca en 2025». La idea, puesta en boca del directivo, es solicitar licencia al Banco de España para emitir dinero y operar como un banco comercial. Insistía en recuperar «los valores de banca comercial minorista de la antigua Caja Postal». La Caja Postal fue una caja de ahorros estatal que existió durante más de 80 años, hasta que en 1991 se integró en Argentaria y después esta se privatizó dando lugar a la 'A' de BBVA.

Sin embargo, esa 'banca' anunciada por Saura no será realmente un banco sino una entidad de dinero electrónico, tal como aclara la compañía pública. Las actividades que puede hacer cada tipo de entidad son muy distintas, igual que el alcance y regulación que tienen. Las entidades de crédito tiene capacidad de conceder los grandes préstamos y captar/remunerar depósitos, aparte de los servicios financieros más básicos como realizar pagos; las EDE, en cambio, están autorizadas a emitir dinero electrónico con el propósito de que el usuario pueda efectuar pagos, principalmente.

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Bruno Pérez

Fuentes de la empresa pública confirman que la intención «es crear una EDE que permita a la empresa convertirse en un emisor de dinero electrónico y ofrecer servicios financieros básicos. Entre ellos permite, con dinero precargado, realizar pagos en comercio físico y online y retirar efectivo; y a través de la contratación de un IBAN, realizar transferencias de dinero, cobrar la nómina o pensión o domiciliar pagos».

Saura indicó que ofrecerán todos esos servicios básicos como un banco comercial y añadía también «remunerar los depósitos». Pero legalmente la entidad que preparan no podrá hacerlo ya que ni siquiera podrán captar depósitos, lo cual está reservado a las entidades de crédito, a los bancos como tal, y las EDE ahí no pueden entrar. Incluso, según apuntan las fuentes consultadas, el dinero que los usuarios metan su cuenta de Correos no llegaría a estar garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos.

La empresa pública aclara a este periódico que sus servicios serán equivalentes a una cuenta de pago básica, «con similares funcionalidades». Este tipo de cuentas son aquellas destinadas a evitar la exclusión financiera brindando a los consumidores los servicios bancarios más básicos, y los bancos tradicionales están obligados a ofrecerlas. Son cuentas en euros que permiten depositar fondos, retirarlos y hacer pagos y domiciliaciones. Algo muy similar a esto es en lo que piensa Correos.

La idea que tiene la compañía dependiente de la SEPI es «incentivar la captación de clientes a través de todas las posibilidades que ofrece una EDE». Con todo, no aclaran cómo harían esto si en realidad no pueden captar depósitos y el crédito lo tienen muy, muy restringido a los operaciones vinculadas a pagos y a un plazo inferior a doce meses, es decir, que únicamente pueden actuar en préstamos en operaciones a corto plazo y vinculadas siempre a un pago. No podrán conceder créditos personales o hipotecas, por ejemplo.

«La referencia a los valores de la Caja Postal se enfoca en la noción de reconstruir los servicios financieros que puede prestar Correos con especial foco en la inclusión financiera, aprovechando su capilaridad y su presencia física a través de sus oficinas, carteros y carteras. De este modo, Correos busca facilitar la accesibilidad a servicios financieros básicos a todos los ciudadanos del territorio español y combatiendo la brecha digital», insisten desde la empresa pública.

Asimismo, el anuncio de Saura ha encendido también a parte de la banca por algunas de sus palabras en la entrevista concedida: «En España todo el mundo tiene derecho a tener una cuenta bancaria básica. No parece que eso en la práctica sea así. Correos garantiza que eso se cumpla, que la ley se cumple».

Fuentes financieras niegan las acusaciones del político socialista de que los bancos no cumplen la obligatoriedad de ofrecer cuentas básicas. «Los intentos de bancos en la esfera pública han sido siempre fallidos y costosos. En estos momentos el acceso a servicios financieros es total y con una elevada competencia», afirman.

Más allá de ello, lanzar una entidad de dinero electrónico lleva meses. La idea de hecho ya pasó por el consejo de administración de Correos en la etapa de Juan Manuel Serrano, e incluso llegó a haber contactos preliminares con el supervisor, el Banco de España, pero no llegó a recibir el aval de la SEPI. El plan era muy similar a este y según las fuentes consultadas requería de una inversión en tecnología y, sobre todo, refuerzo de los sistemas de seguridad.

La hoja de ruta pasaba por la constitución de una sociedad estatal, filial de Correos, que empezaría a operar gestionando los pagos por TPV en sucursales de Correos con el horizonte de ofrecer el servicio de datáfonos a comercios. La rentabilidad vendría de los TPV, los datáfonos, aprovechando las comisiones que se cobran a los comercios por las operaciones y también por la oferta de nuevos servicios financieros a los clientes de la tarjeta prepago que ya comercializa el operador postal.

El plan de despliegue era gradual y se estimaba que tardaría unos dos o tres años en estar operativo, sin embargo Saura ha avanzado que este nuevo bravo financiero del operador postal podría estar operativa ya en 2025.

Asimismo, fuentes bancarias señalan que para ser una EDE hay una regulación de pagos que hay que cumplir y unos colaterales que se tienen que poner, es decir, activos con los que se respaldan los fondos que guarda la entidad de dinero electrónico. En teoría, el plazo de las solicitudes de este tipo de licencias es de tres meses. Sin embargo, en el sector afirman que antes de dar vía libre el Banco de España a la licencia se realizan muchos requerimientos y se exigen procedimientos y documentación que retrasan varios meses más el proceso.

Desde hace muchos años el proyecto de recuperar de algún modo la Caja Postal ha sobrevolado la mayoría de los replanteamientos estratégicos para tratar de diversificar la actividad del operador postal público y apuntalar su sostenibilidad a largo plazo, aprovechando la extensa red de sucursales con la que cuenta en España.

En la época de Juan Manuel Serrano, y al calor del debate en torno a la exclusión financiera de las zonas despobladas que el Ministerio de Economía de Nadia Calviño convirtió en uno de sus caballos de batalla, Correos intentó ofrecerse al sector financiero como instrumento para garantizar la prestación de servicios en zonas rurales, con el respaldo explícito incluso del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

También desde el área de la política se han hecho movimientos para involucrar a Correos en una especie de germen de una nueva banca pública. El portavoz de Economía y Hacienda de Sumar, Carlos Martín Urriza, daba la bienvenida este lunes en declaraciones a ABC a la propuesta de Correos, que observa como el primer paso para la configuración de una banca pública que dé respuesta a lo que considera como una falta de competencia en el sector.

«El negocio bancario es un negocio por concesión pública que debería regularse como un servicio público e implicar una serie de obligaciones de prestación de ese servicio», asegura. «Estamos a favor de que Correos garantice la prestación de esos servicios en áreas despobladas aprovechando su red, aunque debería obligarse a hacerlo a todos los bancos, y en el futuro también se podría aprovechar esa red para en conexión con el ICO proporcionar financiación a pequeñas empresas o particulares».

Fuentes no oficiales de Correos advierten que la empresa no está en condiciones en la actualidad de cumplir con los exigentes requisitos que plantea el BCE para operar como un banco tradicional.