Correos facilitará la salida con bajas incentivadas de 2.100 funcionarios de más de 60 años a partir del próximo mes de julio

La idea de la empresa es que este proceso se inicie de manera inmediata. Según el documento al que ha tenido acceso este medio, lo que Correos ha propuesto a los sindicatos es que el periodo de adhesión se abra ya el próximo 7 de abril, en menos de un mes, y permanezca abierto hasta el 24 de abril, justo después del parón de Semana Santa. El periodo previsto para hacer efectiva la excedencia voluntaria se abriría el 1 de julio hasta el 31 de diciembre con la idea de que la salida de la primera tanda de esos 2.100 funcionarios postales se pueda sustanciar ya este mismo año.

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Bruno Pérez

La propuesta inicial de la dirección del operador postal es mantener las condiciones que se ofrecieron a los funcionarios en el último proceso de esta naturaleza abordado en abril de 2023, si bien en aquella ocasión fue mucho más modesto que el actual. Este es uno de los principales puntos de fricción con los sindicatos de cara a un acuerdo rápido, ya que exigen a las empresa que mejore las indemnizaciones respecto a las ofrecidas en los últimos procesos. "Las condiciones del programa llevan demasiado tiempo sin modificarse", han destacado fuentes del sindicato UGT.

El asunto es crítico porque el plan de excedencias voluntarias no solo alcanzará este año sino que se extenderá durante 2026 y 2027, lo que convertirá en elegibles a trabajadores que a día de hoy tienen 57años pero que podrían llegar al último ejercicio del plan ya en los 60. El sindicato CC.OO. ha planteado también abrir la mano de esa horquilla de edad y extenderla a los que hoy tienen 55 años.

El objetivo es facilitar la salida incentivada sino de toda la plantilla de Correos que tiene la condición de funcionario, compuesta por cerca de 2.800 trabajadores, o al menos de una gran mayoría de ellos. El sindicato CSIF ha exigido a la compañía en un comunicado «la máxima transparencia en este proceso» y ha adelantado que requerirá toda la información sobre el mismo para que se cumplan los plazos como se establece en la propuesta planteada por la compañía.

La reducción del personal funcionario al servicio de Correos es un objetivo estratégico de la cúpula de la compañía desde hace hace ya varios años. Se entiende que la rigidez de sus condiciones laborales es un lastre a la hora de aplicar la flexibilidad laboral que tanto Correos, como la Sepi y el Gobierno consideran fundamental para impulsar con éxito la diversificación de la compañía y sobre todo la adaptación a la necesidad de competir en un entorno tan competitivo como en el que se puede el operador postal estatal.

De hecho, la empresa ha decidido priorizar el plan de salidas del personal funcionario respecto al plan de prejubilaciones para el personal laboral. En principio todo ello debería acordarse antes del 15 de marzo, pero la empresa ha entendido tras constatar la complejidad del proceso de negociación abierto y de las materias a tratar que conviene ampliar más ese proceso de negociación al menos hasta el 30 de junio.

Correos se ha comprometido a entregar a los sindicatos presentes en la mesa, CC.OO., UGT, CSIF y Sindicato Libre, un documento de propuestas en el curso de las tres primeras semanas de abril para abrir un proceso de negociación que se prolongará hasta el 30 de junio.

Ahí se abordarán ya asuntos como el plan de prejubilaciones, la flexibilización de la jornada de trabajo para aumentar la actividad por las tardes y los sábados o los incentivos para los trabajadores que se acojan a estos cambios.

En la reunión de este martes la compañía ha planteado tres asuntos fundamentales a los sindicatos, con el objetivo de aprobarlos antes de que acabe la semana. El ya mencionado plan de excedencias voluntarias para el personal funcionario, la apertura de un proceso de estabilización de plantilla antes de activar las eventuales nuevas contrataciones a partir de 2026 y el desmantelamiento de los centros nodales impulsados en la era de Juan Manuel Serrano y que han resultado ser un mal negocio. Una operación que exigirá la recolocación de cerca de un millar de empleados.

Tanto CC.OO. como UGT y CSIF han incidido de manera muy especial en sus comunicados remitidos este martes en la necesidad de garantizar la reubicación en la compañía en condiciones adecuadas de los 900 trabajadores que a día de hoy trabajan en esos centros nodales, que Serrano concibió como una especie de germen de una nueva Correos más flexible y moderna y en el que se trataron de integrar sin éxito los modelos de trabajo del sector postal y del reparto de paquetería.