Correos pagó casi 9 millones por transformar un avión de pasajeros en otro de carga
Asumió el coste de adaptar la nave para el transporte de mercancías y devolverla a su estado original en lugar de arrendar un avión de carga
Los permisos para volar se demoraron cuatro meses y el primer vuelo salió con cinco de retraso
Correos se valió de un contrato irregular para poner en vuelo su avión de transporte de mercancías
Ofensiva en el Congreso: el PP pide que comparezcan Sepi, dos ministras y Correos
La 'Milana Bonita' en el aeropuerto de Hong Kong
El 5 de enero de 2022 el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, veía cumplida una de sus principales ambiciones con la puesta en marcha de Correos Cargo, el servicio de transporte aéreo de mercancías con el que aspiraba a sentar las bases del gran ... operador logístico internacional en el que planeaba convertir a la empresa postal del Estado, al estilo de la DHL alemana o la DPD francesa. El servicio cubriría la ruta entre Madrid y Hong Kong para exprimir el auge del comercio electrónico y la previsión era que comenzara a operar ya desde el mes de enero de 2022.
Por alguna razón para poner en marcha este proyecto Correos no recurrió a un socio que tuviera aviones de carga, sino que constituyó una 'joint venture' con Iberojet (antes Evelop), una aerolínea de pasajeros del Grupo Ávoris, empresa que en ese momento mantenía su operativa gracias al rescate de 320 millones de euros prestado por la Sepi a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.
Según el plan de negocio diseñado meses atrás por PwC para Correos, ya con la ayuda de Ávoris, Iberojet destinaría al proyecto dos de sus Airbus A330 de pasajeros, lo que implicaba acondicionar las aeronaves y solicitar las correspondientes licencias específicas para el transporte de cargas. Y Correos se comprometía a correr con todos los gastos.
La documentación sobre el acuerdo piloto sellado entre Correos y la filial de Ávoris a la que ha tenido acceso ABC detalla que el compromiso de la empresa pública no solo alcanzaba a cubrir el coste de adecuar el avión para el transporte de mercancías, sino también el de devolverlo a su estado original una vez finalizado el acuerdo, un año después. La factura de ambas operaciones rondó los nueve millones de euros, según la misma documentación.
Sobre el papel la adaptación debía servir para empezar a operar de forma inmediata con el 'Milana Bonita', como Correos bautizó al avión amarillo con la emblemática cornamusa que se convirtió en el emblema del proyecto, aprovechando el permiso transitorio que hasta el 31 de julio de 2022 concedieron las autoridades para transportar mercancías en aviones de pasajeros durante la pandemia, en tanto se transformaba y se obtenían las licencias para que el otro Airbus, con matrícula portuguesa y de otra filial de Ávoris (en este caso, Orbest), operará ya de forma regular a partir de agosto. El plan, sin embargo, no salió como se había previsto.
Despega como puedas
'Milana Bonita' no completó su primer vuelo comercial hasta el 4 de mayo, casi cinco meses después de la firma del contrato. En enero ya lucía la cornamusa del logo de Correos y un reluciente color amarillo pero carecía de los permisos preceptivos para volar como avión de carga. Según la información a la que ha tenido acceso ABC, la Agencia Española de Seguridad Aérea informó inicialmente de forma desfavorable el proyecto para trasladar mercancías sobre los asientos de la cabina de pasaje que le presentó Ávoris, lo que retrasó más de un mes la solicitud de la preceptiva autorización a Hong Kong para poder volar la ruta prevista, que no llegó hasta el 20 de abril. El plan acababa de arrancar y ya acumulaba un retraso de cuatro meses respecto a los planes iniciales. La cosa iría a peor.
Mientras Ávoris trataba, por un lado, de conseguir los papeles para que la 'Milana Bonita' pudiera despegar -con un coste elevadísimo de unos mil euros al día por estar parada en Barajas-, gestionaba por otro la adaptación estructural del otro Airbus para tenerlo disponible el 1 de agosto, cuando la 'Milana Bonita' ya no pudiera aprovecharse del régimen transitorio previsto para poder transportar paquetes en los asientos del avión.
En marzo ya se hizo evidente que el segundo avión no estaría listo el 1 de agosto. En una reunión de emergencia convocada el 24 de marzo (ver imagen adjunta) Ávoris ya admitía que la segunda aeronave no podría estar operativa hasta el 1 de septiembre como pronto y que habría que buscar una alternativa para cubrir ese mes, entre las que se barajó arrendar un avión o recurrir a otros operadores con aviones de carga.
La cláusula de exclusividad entre Correos y Ávoris descartó la posibilidad de recurrir a un tercer operador y el retraso en la adaptación del segundo avión obligó a utilizarlo a partir de principios de agosto con licencia charter y como avión de pasajeros, de modo que solo podía utilizarse la bodega de avión para trasladar los paquetes desaprovechando toda la cabina. Las fuentes consultadas aseguran que incluso se tuvo que ampliar la puerta de entrada para poder meter los paquetes.
Y así se operó hasta la finalización del proyecto piloto a mediados de diciembre. Ávoris no pudo adaptar la 'Milana Bonita' antes de la finalización del contrato y así se llegó al pico de noviembre, en el que se juntan el día del soltero de China, el Black Friday y la campaña navideña. Sin avión de carga disponible, Correos y Ávoris decidieron aumentar a tres las frecuencias para cumplir con los compromisos adquiridos con un enorme coste operativo que le llevó a perder unos 200.000 euros por frecuencia.
Cambio de condiciones en el contrato. Renegociación entre Correos e Iberojet por el uso del segundo de los aviones utilizados en el acuerdo entre ambascompañías.
Entre agosto y diciembre la ocupación media de la carga en bodega osciló entre el 18% y el 109% en los trayectos de España a China y entre el 77% y el 101% a la inversa. Solo durante tres meses se logró disponer de la capacidad operativa recogida en el plan de negocio. Fue entre mayo y julio cuando estuvo en funcionamiento el 'Milana Bonita'.
El plan de negocio de Correos Cargo también pinchó en otros aspectos. Contemplaba ingresar 5,39 euros por kilogramo transportado y facturó 4,15; y también se desbarató sus planes de gasto de combustible. Esperaban operar con un coste de queroseno de 88.734 euros por frecuencia, pero este se disparó a los 177.001 euros tras desbocarse el precio del petróleo con el estallido de la guerra de Ucrania. Los costes directos de la operativa alcanzaron los 17 millones de euros, cuando el 'business plan' estimaba unos 38 millones de euros. Una cifra calculada sobre los 416 vuelos que había previstos para 2022, pero se hicieron 154. Es decir, gastaron cerca de la mitad de lo presupuestado realizando un 60% menos de los viajes planeados.