El consumidor vuelve al carrito online tras dos años de declive

De este modo, los compradores en línea suben un 1,2%, hasta suponer el 6% del total, mientras los 'offliners' caen un 8,3%. La modalidad de consumo mixta es la que experimenta la crecida más exagerada con 7,2 puntos porcentuales. Así concluye la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) en el IX Observatorio de Comercio Electrónico en Alimentación.

A pesar de invertirse la tendencia, los consumidores siguen ligando canal físico con ahorro. Persiste la sensación de que este medio es el que permite mayor ahorro por la facilidad para comparar enseñas y producto, lo que estuvo muy marcado durante el 2024, cuando imperó la compra en comercio físico como manera de comparar y encontrar los mejores precios.

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No obstante, Asedas incide en que los datos indican un cambio de tendencia en el modus operandi del consumidor, quien abandona el comportamiento de ahorro, estrechamente vinculado al canal físico, y opta por la comodidad de llenar el carrito online. Asimismo, señala que pese a la enorme incidencia, esta fue puntual y la variación de las dinámicas durante los años de crisis inflacionista no deja resquicios estructurales.

Quienes optaron, y optan, por el comercio tradicional valoran la ausencia de gastos de envío, la evaluación directa del producto ofertado, el asesoramiento personalizado y cercano, la inmediatez de compra y la confianza en el producto, al poder visualizar y comparar entre otros tantos de la misma especie quebrantando las barreras sensoriales de las pantallas. Sin embargo, con respecto al efecto disuasorio por excelencia de los gastos de envío, cabe destacar que cada vez más supermercados ofrecen descuentos y facilidades para fomentar el comercio online, reduciendo o extinguiendo la totalidad del coste en función de la cantidad desembolsada en la cesta de compra.

Los compradores electrónicos, la otra cara de la moneda, alegan comodidad -envío de compra a domicilio- y falta de tiempo como motor de su decisión de compra online. Solo un 9% de los encuestados por Asedas motivó esta postura en cuestiones de precio y variedad de productos.

La mayor incidencia en el comercio electrónico de alimentación se hace notar, también, en la tendencia hacia la omnicanalidad, que se consolida recuperando el perfil del consumidor mixto. Con un crecimiento del 7,1% de los usuarios que emplean tanto el canal digital como el físico para realizar sus compras, Asedas apuesta por la hegemonía dinámica de la variedad para los próximos años.

El consumidor mixto considera que la combinación de canales es la mejor opción para obtener una experiencia más completa en cuanto a variedad de productos, afirma Asedas.

El gasto total anual por unidad familiar de los offliners es de 4.271 € al año, lo que supone un crecimiento interanual del 3%. Mientras el gasto por persona se sitúa en 1.355 €, aumenta un 1%. Por último, el porcentaje de renta que se dedica a bienes de gran consumo asciende al 12,25 por ciento, un 3 por ciento más.

Por su lado, el gasto por persona de los onliners puros es muy similar al de los offliners, alcanzando los 1.034 € al año, con la diferencia de que han gastado un 38 por ciento más que el año anterior. Asedas atribuye la minúscula diferencia del total de gasto a una divergencia en el estilo de vida de los primeros frente a los segundos, orientándose más, estos últimos, al consumo de alimentación fuera del hogar y optando por productos más premium para consumir en casa

El consumidor mixto es el que registra mayores índices de crecimiento del gasto respecto a 2024: 7.152 € al año por unidad familiar, un 51 por ciento más; y 2.080 € al año por persona, un 40 por ciento más, señala la organización emisora del informe.

Si bien es cierto que de manera generalizada tanto el gasto como la renta dedicada a la compra de gran consumo se han incrementado, los consumidores que exclusivamente acuden al medio físico representan el sector poblacional con un crecimiento más moderado. De hecho, son los únicos cuyo gasto por visita decrece un 1 por ciento y se sitúa en 63 euros, frente a los algo más de 80 que los mixtos gastan en cada canal y los 111 de los onliners, asevera Asedas.