La restricción de llevar en el equipaje de mano el producto tradicional de Mallorca, se ha establecido desde el 2013 cuando la compañía aérea low cost indicó que iba a cobrar un recargo de ocho euros por cada ensaimada que se transportará a bordo desde Palma de Mallorca. A hoy, la tarifa se estima sobre los 45 euros, incluso más caro que pagar una maleta de 10kg que se aproxima a un costo entre los 24 euros a los 35 euros, según las tasas de cargos de Ryanair.
La polémica no solo ha acompañado a los turistas sino que ha afectado a las diferentes panaderías de la isla, que durante años han sobrevivido gracias a la venta de este producto típico de Baleares. A diario los hornos de muchas de ellas se encienden para compartir una de sus mejores tradiciones, pero están siendo atropelladas por esta decisión causando una grieta económica local.
El alimento ha sido muy valorado por el turismo y por los mismos locales que han consumido el producto de masa azucarada desde la antigüedad y que hoy en día sigue acompañando a los hogares mallorquines. Además, el consejero ejecutivo ha criticado que se hace «negocio» con la concesión de establecimientos comerciales dentro del aeropuerto, lo que ha reportado ingresos de «400 millones» al gestor aeroportuario.
No obstante, también ha recalcado en un su cuenta de Twitter, unas declaraciones realizadas a IB3 Televisió, donde menciona que ha exigido a la aerolínea una rectificación y que se asegure de que las ensaimadas no impliquen ningún pago de equipaje añadido, asegurando de forma gratuita que sea parte del equipaje de mano de los pasajeros.
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