Bruselas avala el veto del Gobierno a la compra de Talgo por la húngara Ganz-Mavag
La Comisión Europea considera que la medida es competencia exclusiva del Gobierno español
Los sindicatos de Talgo exigen al Gobierno alternativas tras el veto a la opa húngara
La Comisión Europea no va a intervenir en el caso del veto impuesto por parte del Gobierno a la compra de Talgo por la húngara Ganz-Mavag a pesar de que es una decisión contraria a los principios básicos del mercado interior. Según ha ... afirmado un portavoz comunitario, Bruselas considera que la medida es competencia exclusiva del Gobierno español y que los pasos dados hasta ahora están dentro de los principios de los tratados.
Según ha confirmado ese portavoz, las regulaciones comunitarias permiten limitar la libre circulación de capitales en determinadas circunstancias, siempre que se trate de medidas proporcionadas. «Las medidas deben estar justificadas y ser proporcionales al objetivo que persiguen», ha asegurado.
La Comisión Europea ha tardado dos días en fijar esta posición y no ha querido entrar específicamente en el asunto de los argumentos esgrimidos por el Gobierno para justificar su veto a la operación de compra por parte de Magyar Vagon y que apuntan a los posibles contactos de esta empresa húngara con el régimen de Vladimir Putin en Rusia. Este delicado aspecto podría haber tenido gran relevancia a la hora de analizar una decisión poco habitual en el seno de la UE.
La Comisión insiste en que sus competencias estarían más claras en el caso de que se tratase de una operación entre una empresa europea y otra extracomunitaria. En este caso concreto además, podrían actuar a petición de parte, es decir, en caso de que lo denuncie la empresa Ganz-Mavag, pero no habría necesitado una comunicación previa por parte de España.
El consorcio ferroviario húngaro está controlado en un 45% por el Gobierno de Budapest y se considera que sigue manteniendo alianzas con la rusa Transmashholding (THM), lo que constituye un elemento excepcionalmente relevante.
Por ahora, la compañía húngara no se ha quejado ni ha entrado en contacto con la Comisión para pedir su intervención. En este sentido, Bruselas ha recordado que en caso de que considere que no se han respetado sus derechos, debe dirigirse a la Justicia europea. «Las acciones que los Estados miembros tomen al respecto, las decisiones que tomen en relación a las inversiones de otra compañía europea, están bajo la supervisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea», ha concluido el portavoz principal de la Comisión.