La CNMV cerró el caso Indra con los votos del Gobierno y el marido de Ribera

A mediados de 2022, por sorpresa, la junta de accionistas acordó el cese de cuatro consejeros independientes de la empresa. Lo hizo a propuesta de Amber Capital -dueño del grupo Prisa- y con el apoyo de la SEPI -dependiente del Ministerio de Hacienda- y Sapa.

Esos consejeros eran críticos con el rumbo y gestión que venía tomando Indra desde que el Gobierno colocara a un afín, Marc Murtra, en la presidencia. Tras ello llegaron más dimisiones y el buen gobierno corporativo se rompió por completo.

Noticia Relacionada

CON PERMISO

Del asalto a las instituciones a la normalización empresarial

María Jesús Pérez

La CNMV inició una investigación sobre lo sucedido por si hubo en la junta de accionistas una acción concertada entre Amber, SEPI y Sapa para asaltar la compañía y tomar el control. En caso afirmativo se podría obligar al Ejecutivo a lanzar una opa obligatoria para tomar el control efectivo.

La institución bursátil mostró su preocupación entonces por los movimientos acontecidos y la ruptura del buen gobierno corporativo, prácticamente vaciando de independientes el consejo. Durante esa investigación se han llevado a cabo diversas actuaciones «como la remisión de catorce requerimientos de información, la revisión minuciosa de más de 4.000 páginas de diversos documentos societarios y la toma de declaración a diecisiete personas por un total de treinta horas aproximadamente», como indicó la CNMV.

Seis meses después, en la víspera de Nochebuena, el 23 de diciembre, el supervisor anunció el cierre de la investigación con diversas conclusiones, pero sin consecuencias negativas para Indra y los accionistas implicados. Por una parte, la CNMV comunicó que «ha quedado acreditado que los accionistas SEPI, Sapa y Amber cooperaron para llevar a cabo los ceses, con una participación activa del presidente de Indra, con quien varios de los consejeros cesados mantenían desde su nombramiento discrepancias persistentes en materia de gobernanza».

Por otra parte, la investigación concluyó que, pese a todo, «no existen suficientes indicios que permitan considerar dicho acuerdo como una acción concertada para el control de la gestión de Indra».

Entonces, el consejo de la CNMV decidió cerrar el caso Indra por unanimidad. Dicho órgano está formado por el presidente Rodrigo Buenaventura, la vicepresidenta Montserrat Martínez Parera y los consejeros Helena Viñes, Margarita Delgado, María Dolores Beato, Carlos Cuerpo y Mariano Bacigalupo.

Bacigalupo fue nombrado consejero hace tres meses y medio, a propuesta de Nadia Calviño. Su vínculo con el Gobierno está en que es el marido de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. De hecho, no es la primera vez que hay dudas sobre su independencia en una institución ya que antes estaba en Competencia.

Cuerpo, por su parte, no es que esté vinculado al Gobierno, sino que forma parte de él. Es secretario general del Tesoro, en el Ministerio de Asuntos Económicos. Hombre fuerte de Nadia Calviño en el departamento.

Ambos dieron su voto favorable al carpetazo que ha dado la CNMV al caso Indra, en el que se investigaba la acción del propio Gobierno junto a dos socios en el asalto al consejo de administración de la tecnológica. Fuentes de la institución bursátil señalan que no hay ninguna normativa que les impidiera votar, pese a su situación laboral y personal.

Asimismo, en ese voto favorable a cerrar el asunto también participó María Dolores Beato, recientemente renovada en su cargo de consejera y ex alto cargo socialista con José Luis Rodríguez Zapatero.

Más allá de ello, el comunicado de la CNMV sobre la investigación decía que los hechos acontecidos están alejados de lo que se espera de una sociedad cotizada.

Por ello, «la CNMV propondrá medidas legislativas y abordará modificaciones en las recomendaciones de gobierno corporativo para evitar que la repetición de episodios similares pueda socavar la solidez del gobierno corporativo de las cotizadas españolas».