China trabaja en una lista de productos, entre ellos los semicondutores, para eximirlos de los aranceles de EE.UU.

China está considerando eximir algunas importaciones estadounidenses de sus aranceles del 125% y está pidiendo a las empresas que identifiquen los productos que podrían acogerse a ellos. Un grupo de trabajo del Ministerio de Comercio está recopilando listas de artículos que podrían quedar exentos de aranceles y pide a las empresas que presenten sus propias solicitudes, según informa Reuters.

La revista de noticias financieras 'Caijing' ha adelantado que Pekín estaba preparando la inclusión de ocho artículos relacionados con los semiconductores, aunque no los chips de memoria. «El gobierno chino, por ejemplo, ha estado preguntando a nuestras empresas qué tipo de cosas están importando a China desde EE.UU. que no pueden encontrar en ningún otro sitio y que, por tanto, cerrarían su cadena de suministro», dijo este viernes el presidente de la Cámara de Comercio Americana en China, Michael Hart.

Algunos miembros de la Cámara afirman haber importado productos la semana pasada sin que se aplicaran los nuevos aranceles, añadió Hart. Una lista de 131 categorías de productos elegibles para exenciones circulaba ampliamente en las redes sociales y entre empresas y grupos comerciales el viernes. El listado estaría compuesto de artículos desde vacunas y productos químicos hasta motores a reacción.

Aunque aún se desconoce el curso de acción definitivo de Pekín, Huatai Securities analizó la lista que circula en grupos comerciales y dijo que correspondía a importaciones por valor de 45.000 millones de dólares el año pasado. Mientras Washington ha dicho que el statu quo actual es económicamente insostenible y ya ha ofrecido exenciones arancelarias a algunos productos electrónicos, China ha dicho en repetidas ocasiones que está dispuesta a luchar hasta el final a menos que Estados Unidos levante sus aranceles.

Pero por debajo de la grandilocuencia, la economía china entra en la guerra comercial coqueteando con la deflación. La demanda es débil y el gasto y la confianza de los consumidores nunca se han recuperado adecuadamente de los niveles de pandemia. El gobierno está presionando a los exportadores afectados por los aranceles para que se orienten a los mercados locales, pero las empresas afirman que los beneficios son menores, la demanda más débil y los clientes menos fiables.

Las exenciones son un gesto de apoyo mayor, aunque al permitir que se reanude parte del comercio, también reducen el dolor para la economía estadounidense y quitan algo de presión a la Casa Blanca. Muchas importaciones, desde el etano petroquímico hasta los productos farmacéuticos, tienen pocas alternativas fáciles o podrían tardar años en fabricarse fuera de Estados Unidos.

Grandes empresas farmacéuticas como AstraZeneca y GSK tienen al menos un centro de fabricación en Estados Unidos para los medicamentos que venden en China. Los principales procesadores de etano ya han solicitado exenciones arancelarias a Pekín porque Estados Unidos es el único proveedor.