CEOE: «Estar subiendo los impuestos de forma constante es un incentivo para la economía sumergida»

El desánimo del representante de CEOE no viene solo del «chalaneo» -en palabras del presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich- que ha precedido al acuerdo político para sacar adelante este proyecto gubernamental, sino también de su previsible impacto sobre la higiene de la conciencia fiscal de los contribuyentes. «Estar subiendo impuestos de forma constante es un incentivo para la economía sumergida», ha advertido.

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Según el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, que también ha participado en la sesión, del mismo modo que las medidas fiscales bien orientadas y rigurosas desde el punto de vista técnico favorecen el cumplimiento tributario, la localización de contribuyentes y la atracción de inversiones, las que se imponen como fruto de la improvisación y la falta de planificación acostumbran a tener justo el efecto contrario.

«No es positivo que estemos a finales de noviembre y los contribuyentes no sepan aún qué normativa van a tener que aplicar en su ejercicio fiscal», ha denunciado Manuel de Vicente Tutor, inspector de Hacienda del Estado en excedencia y responsable del Área Jurídico-Fiscal del despacho Equipo Económico. «Todo este ejercicio al que hemos asistido (en referencia a la turbulenta tramitación parlamentaria de la reforma fiscal) socava la seguridad jurídica y cuando desaparece la seguridad jurídica se retraen las inversiones y la actividad económica», ha avisado.

Los expertos que han tomado parte en la sesión han coincidido en que hay una responsabilidad directa de la Administración en el comportamiento del fraude fiscal. «Cuando la normativa tributaria y los criterios interpretativos de la Administración no perduran se provoca desconocimiento y los no quieren cumplir con sus obligaciones aprovechan la situación para eludir sus obligaciones», ha advertido el socio de Equipo Económico. «Las normas deben ser claras y tener vocación de permanencia, lo que no se está produciendo actualmente lo que provoca incertidumbre y discrepancias», ha lamentado el jefe del Área Fiscal de CEOE.

Desde la organización empresarial advierten, asimismo, que las dudas sobre la constitucionalidad de buena parte de los nuevos impuestos que se han puesto en marcha en los últimos tiempos ha generado un desbordamiento de la litigiosidad tributaria en España.

Los participantes en la jornada también han realizado un llamamiento para mejorar el diagnóstico de la lucha contra el fraude fiscal. Sostienen que en las cifras oficiales se mete en el mismo saco las situaciones de fraude voluntario con un montón de situaciones que nada tienen que ver eso, como discrepancias entre contribuyentes y administración o errores a la hora de hacer la declaración, que contaminan el diagnóstico sobre el fraude fiscal en España.

Señalan, asimismo, la responsabilidad clave de la Administración a la hora de mejorar el cumplimiento voluntario de los contribuyentes, aprobando normas claras y sencillas y habilitando los mecanismos necesarios para evitar que cualquier discrepancia con Hacienda acabe en los tribunales.