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Salario Mínimo

Yolanda Díaz busca cerrar este martes con los sindicatos un alza del SMI de unos 80 euros

La CEOE da el segundo plantón a la ministra y certifica su ruptura con el Gobierno

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Antonio Garamendi, presidente de la CEOE IGNACIO GIL / Vídeo: ep
Susana Alcelay

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La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha citado este martes a empresarios y sindicatos a un encuentro con el objetivo de cerrar una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Durante las últimas semanas la titular de Trabajo ha presionado para elevar este indicador hasta el entorno de los 1.085 euros, el tramo alto que propusieron sus expertos, lo que en la práctica serían más de 80 euros al mes con efectos retroactivos al 1 de enero. Una oferta que llevaría el sello del presidente del Gobierno, que está cerca de los 1.100 euros que demandan ya con urgencia los sindicatos, pero lejos de 1.040 que han ofrecido las empresas.

Aunque la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha instado a Díaz a buscar el apoyo de las empresas en esta negociación, lograr un acuerdo sobre la subida del indicador es misión imposible, después de que ayer la patronal anunciara que no acudirá a la cita con el Gobierno y los sindicatos. La decisión de CEOE se produce después de que en diciembre diera por roto el diálogo con la ministra por «tramposo» después de que pactara con EH Bildu el control de los despidos colectivos por la Inspección.

Este acuerdo con la formación radical provocó días después el primer plantón de las empresas a un encuentro al que fueron citados por Díaz para hablar de la evolución del SMI este 2023, aunque sí remitieron su propuesta para elevarlo un 4%. Una oferta con dos condiciones: la primera que el Ejecutivo modifique la ley para indexar los contratos públicos a este aumento (y poder repercutir el alza del SMI en los contratos en ejecución); y, la segunda, que el Gobierno aplique una rebaja de cotizaciones del 20% en el sector agrario y de empleadas de hogar, los dos más afectados por la subida del salario mínimo. Ayer la patronal se quejó de no haber recibido respuesta a esta oferta y emplazó al Ejecutivo y emplazó al Ejecutivo a que le envíe su propuesta para poder analizarla.

Con el escenario que la ministra de Trabajo planteará este martes en la mesa de diálogo el indicador escalará hasta rozar el 40% desde que gobierna Pedro Sánchez, en una carrera alcista que persigue situarlo en el 60% del salario del salario medio (unos 1.050 euros) antes de que acabe la legislatura , tal y como determina la Carta Social Europea suscrita por España y comprometida por el Gobierno de coalición.

Es probable, por tanto, que la titular de Trabajo cierre este martes un pacto solo con las centrales que dirigen Pepe Álvarez y Unai Sordo, que han redoblado la presión para que el Gobierno acometa un alza de unos 100 euros para proteger a los colectivos más vulnerables y estimular el consumo. En este caso se reproduciría lo que ocurrió con el alza del SMI hasta los actuales mil euros, un acuerdo del que se descolgaron CEOE y Cepyme por entender que no era oportuno acometer un crecimiento cercano al 4% en un momento en que muchas empresas aún no se habían recuperado de la pandemia.

El malestar empresarial se fundamenta hoy al igual que ayer en que un nuevo aumento afecta fundamentalmente a pymes y autónomos, acorralados por el alza de costes y la espiral inflacionista, y a sectores muy sensibles como el campo, los jóvenes sin cualificación y las empleadas del hogar. Planteamientos que están lejos de los pensamientos de la vicepresidenta segunda, que defiende que subir el salario mínimo «es la medida más eficaz para salir de las crisis» y que sirve para «compensar la pérdida de poder adquisitivo» que sufren las familias».

La disputa con Calviño

El salario mínimo es tradicionalmente un motivo de enfrentamiento entre Díaz y Calviño. Esta última, más alineada con las empresas, lleva días instando a la primera a abordar un incremento que sea compatible con que las empresas estén también en condiciones de crear empleo y con que se reduzca el paro juvenil. La ministra de Economía se pronunció de nuevo ayer en este sentido y aseguró que la subida del salario mínimo debería enmarcarse en un pacto de rentas con el objetivo de mejorar las condiciones salariales de los trabajadores españoles en su conjunto. «No solo tiene que subir el salario mínimo, tenemos que mejorar las condiciones salariales de todos los trabajadores en España», dijo Calviño.

La retroactividad de la subida del salario mínimo obligará a las empresas a ajustar los sueldos referenciados a este indicador, actualmente alrededor de 1,8 millones. Los trabajadores afectados, que son aquellos que no tienen convenio, tendrán que recibir la compensación del salario del mes de enero así como la actualización de su nómina del mes de febrero. Si finalmente Díaz decide dar el paso y cerrar un pacto con los sindicatos, puede que no sea la última subida que acomete el Gobierno. Trabajo ha dejado claro en alguna ocasión que está abierto a estudiar un nuevo incremento a mitad de año según cómo vayan evolucionando los precios.

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