Los motivos detrás de la subida del precio del aceite de oliva

Un litro de aceite de oliva en el supermercado ronda ya los 9 euros, lo que ha provocado que «el consumidor nacional haya contraído un poco el volumen de aceite que compra», señalan desde Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) a Europa Press.

El Ministerio de Agricultura publica periódicamente un boletín en el que se puede apreciar la evolución del aceite de oliva. El último de estos informes se corresponde con la semana 28 de 2023, lo que equivale a la semana del 10 al 16 de julio de este mismo año.

En ese informe aparecen reflejadas también las fluctuaciones de precio del aceite de oliva en los últimos años. En la misma semana (28) del año 2019, el precio del aceite de oliva se situaba en los 2,30 euros el kilo. En 2020, experimentó una leve bajada para situarse en el 1,96 euros. Desde 2021, su precio no ha dejado de incrementarse situándose en 3,29 en ese año y en 3,57 y 7,10 euros/Kg, en 2022 y 2023, según los datos reflejados en este boletín. Así, en solo un año, el precio del aceite de oliva virgen extra se ha duplicado en solo un año.

Ocurre lo mismo con el resto de variedades del aceite. El valor del aceite de oliva virgen se situaba en el 3,47 euros/kg en 2022 y este año se encuentra en 6,52 euros/kg. En este sentido, el aceite de oliva lampante ha aumentado un 83,7% respecto a la campaña anterior, mientras que el refinado lo ha hecho un 68,4%, según los datos del mismo informe.

Una de las causas que explican esta subida de los precios del aceite de oliva es la sequía. Cristóbal Cano, presidente de UPA, señala a EP que «la situación de sequía, que venimos arrastrando desde hace algo más de dos años, y las altas temperaturas que tuvimos en plena época de floración del olivar en prácticamente toda la zona olivarera de nuestro país, especialmente del Valle del Guadalquivir en Andalucía, hace que nos encaminemos a una segunda mala cosecha consecutiva, y eso va a tensionar los mercados».

Por este motivo, desde UPA advierten de que la situación de la cosecha es mala: «En el mejor de los escenarios, en la próxima campaña, como mucho igualará la cifra de producción del año pasado». Las cifras se sitúan en torno a las 660.000 toneladas por cada una de las dos campañas, lo que sumaría 1,2 toneladas en dos años, mientras que «una campaña media en España está por encima del 1,3 millones de toneladas».

De esta manera, señala Cano, la combinación de estos factores tensiona el mercado y dificulta toda la cadena de valor «empezando por el papel de los agricultores, que de poco sirve el precio que tiene ahora el aceite en origen, cuando no existe, lamentablemente, una cosecha significativa que poder vender».

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Explica que desde el sector trabajan por implementar prácticas sostenibles «optimizando hasta la última gota». Esta organización subraya además que el precio en origen del aceite de oliva en el último año ha aumentado entre el 30 y 35%. «Una comercialización buena en los precios actuales y unas perspectivas de mala cosecha son circunstancias que nos permite asegurar que a corto plazo no atisbamos una disminución de los precios ni en origen ni en el resto de eslabones de la cadena a día de hoy y a medio plazo», ha sentenciado Cano en sus declaraciones a la citada agencia.