El caos bursátil expone 153.000 millones en ahorros de las familias españolas
Los vaivenes en las bolsas sorprenden a los hogares con cifras récord de inversión en activos, un 20% más que en 2023 según el Banco de España
Apenas un 12,5% de los españoles son propietarios de acciones en empresas cotizadas, lo que reduce la exposición según los expertos
Las bolsas europeas celebran la marcha atrás de Trump con fuertes subidas

El pánico bursátil desatado por la imprevisible política comercial de la nueva Casa Blanca ha sorprendido a las familias españolas con 153.484 millones de euros en acciones cotizadas, un 20% más de lo que tenían el año pasado. Los datos son del ... Banco de España, que hoy ha publicado la última edición de su informe de Cuentas Financieras de la Economía Española, con datos a cierre de 2024.
Esto significa que los hogares españoles son más vulnerables de lo que lo habrían sido hace un año a las pérdidas bursátiles que se han dado en los últimos días; y cabe un matiz, y es que el dato del Banco de España solo incluye las inversiones directas, pero no el dinero invertido, por ejemplo, en fondos de pensiones que participen en bolsa. En cualquier caso, la exposición del español de a pie ha aumentado, y hay que recordar que entre el 'jueves negro' y el pasado martes el Ibex perdió un 12% de su valor. Hoy los títulos vuelven a remontar -en torno a un 6%-, pero el mundo está en vilo ante el temor de que los mercados estén solo ante una corrección y todavía no hayan tocado suelo; todo dependerá del rumbo que tome la guerra comercial.
El aumento que experimentaron los fondos de las familias en bolsa el año pasado se explica tanto por la revalorización de los títulos -el Ibex cerró el año con un alza del 14,7%- como por la entrada de nuevas inversiones, en un contexto de optimismo. Con esos 153.484 millones en acciones depositados a cierre de diciembre, la cifra se sitúa en máximos de 2015 y confirma la recuperación tras la pandemia, que vio como el montante descendía hasta los 102.000 euros en 2020. Precisamente, el temor de los parqués estos días es que el mundo esté ante una situación parecida -aunque mucho menos grave- y el golpe trumpista al comercio ralentice el crecimiento e incluso derive en una recesión, sobretodo en el caso de EE.UU.
Es más, las caídas en bolsa pueden estimular la recesión, pero ese peligro es más alto en EE.UU., donde aproximadamente el 58% de las familias invierten en este tipo de activos (datos de 2022 de la Reserva Federal). En el caso de España el peligro es menor, pues apenas un 12,5% de los hogares españoles son propietarios de acciones de empresas cotizadas, según un reciente informe de Bolsas y Mercados Españoles.
Como ya se ha avanzado, los datos de inversión directa de las familias en la bolsa no incluyen el dinero depositado en fondos de pensiones u otros productos financieros. Según explica a ABC el analista bursátil y profesor de la Universidad Pompeu Fabra Pablo Larraga, en nuestro país aproximadamente un 20% de ese montante juega en el parqué.
El caso es que, en buena medida por el tirón de las bolsas, en 2024 los ahorros en participaciones de capital y fondos de inversión fueron los que más se revalorizaron. A pesar de eso, y el dato es la demostración de lo que Larraga llama la «poca cultura financiera en España», en 2024 la mayor parte de los activos financieros de los particulares se mantuvieron en efectivo y depósitos (35,2% del total), seguido de participaciones en el capital (31%), participaciones en fondos de inversión (16,4%) y seguros y fondos de pensiones (12,2%).
La riqueza de las familias aumenta a pesar de la inflación
Hasta aquí los datos comparados. Si se toma el grueso, en un contexto de inflación más controlada -del 2,77% de media a lo largo de 2024-, el año pasado la riqueza de las familias españolas pulverizó un nuevo récord al aumentar un 9,6% y situarse en los 2,3 billones de euros. Si se compara con el PIB, es un 149,2% del mismo, 4,6 puntos porcentuales más que en diciembre de 2023.
Este resultado se obtiene de restar al total los pasivos, que a cierre de 2024 se situaron en los 757.646 millones de euros (en 2023 fueron 748.379 millones), incluyendo préstamos y lo que el organismo público llama 'otros pasivos', expresión que incluye derivados financieros y créditos comerciales y anticipos. Solo en préstamos, el 'debe' de las familias a cierre del año ascendía a 695.616 millones, que es más que los 690.694 millones de 2023, pero menos en términos de ratio sobre el PIB. En cifras relativas, la deuda en préstamos se redujo hasta el 43,7% del producto interior bruto (frente al 46,1% de finales de 2023), cifra que de hecho es el valor mínimo desde el primer trimestre del año 2.000.
Que las familias deban más no es necesariamente una mala noticia, más en un contexto en el que los activos financieros netos (la riqueza) están en aumento. En lo que refiere al año pasado, buena parte de este mayor endeudamiento puede explicarse por el buen momento que viven las hipotecas, que en un contexto de rebajas de tipos de interés, en la segunda mitad del año se dispararon, permitiendo que el año cerrara con un aumento del 11,2% en el número de operaciones firmadas.
Como ya se ha avanzado, los activos financieros de las familias crecen, tanto que si no se restan los pasivos, en 2024 se situaron en los 3,1 billones de euros, un 7,5% más que en 2023. Es una revalorización de unos 124,400 millones o de 89.000 millones si se restan las deudas. No obstante, hay que tener en cuenta que los 'activos netos' que calcula el Banco de España son siempre una media y que habrá familias que tengan deuda y otras que no, unas que más, y otras que menos.
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