Calefacción gloria, el suelo radiante de la Edad Media que vuelve por la crisis energética

Este método para calentar las estancias es propio del interior peninsular y, pese a su antigüedad, muchos siguen en uso. La Puebla de Almoradiel es uno pueblos en los que es típico este sistema de calefacción que puede equipararse al actual suelo radiante.

Con la gloria el calor sale del suelo gracias a un fuego o brasas que se sitúa en una especie de sótano de la vivienda. El aire caliente que se genera de la combustión pasa por los conductos y calientan así las baldosas de la superficie.

Normalmente los canales que transportan este calor no se extienden por toda la casa, ya que suele llegar únicamente a las estancias en las que más tiempo se pasa como el salón o la cocina. Según explican sus vecinos a la televisión regional de Castilla-La Mancha, en un día de frío solo son necesarios unos cuatro o cinco troncos para todo el día.

El confort que provoca es tal que de aquí viene la expresión «Estar en la gloria». Y es que no solo ayuda a calentar la casa. En épocas de mucho calor, si por los conductos hay corriente, circula aire fresco al tratarse de un sótano y enfría las estancias del hogar.

Este sistema no es único para las casas antiguas. Es posible instalarlo en nuevas edificaciones siempre que se disponga de un sótano o espacio para el mismo. En él se colocarían los conductos, el 'hogar' (la zona en la que se quema la leña) y la salida de humos o chimenea.

Aunque la gloria es más contaminante, este método de calefacción tiene un menor coste económico, ya que con apenas un fuego el calor puede quedarse casi todo el día encerrado en casa. Esto hace que muchos se planteen volver a utilizar este sistema si ya lo tienen en su casa.