Caja Madrid y Bancaja se fusionan y crean la mayor caja de ahorros de España por volumen de activos

Los consejos de administración de ambas entidades han dado esta tarde luz verde a la operación. El órgano rector de la entidad madrileña aprobará previsiblemente el próximo lunes la creación formal del Sistema Institucional de Protección (SIP) con el que las dos cajas compartirán riesgos junto a la Insular de Canarias, Caixa Laietana, y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja.

Para llevar a cabo la «fusión fría» entre las siete cajas, que contaría con el beneplácito del Banco de España, se pedirán 4.500 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), informaron a Efe fuentes próximas a la operación.

La sede operativa estará en Madrid, mientras que Valencia albergará la sede social y la dirección de empresas participadas del nuevo grupo financiero, que con un volumen de negocio de 376.000 millones superará al Banco Santander y al BBVA, aunque quedará detrás de estas dos entidades por volumen de activos.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha modificado su agenda de hoy para supervisar los últimos flecos de la operación, que cuenta con el visto bueno del Gobierno autonómico. De hecho, se ha logrado mantener la sede social en Valencia, mientras que la operativa se situará en Madrid.

El nuevo grupo, del que también formarán parte pequeñas cajas como Canarias, Ávila, Segovia y Laietana, sumará activos por un valor que supera los 300.000 millones de euros, lo que le aupa como el primer grupo financiero español y segundo en cuanto a participaciones industriales.

Proceso de reestructuración del sector financiero

La integración entre estas dos cajas se une al proceso de reestructuración del sistema financiero español y del que, según dijo el propio Rodrigo Rato, reduciría el número de entidades a una veintena , frente a las 45 existentes hasta hace poco.

El sector financiero al completo estaba pendiente del movimiento de ficha de Rato. Hasta la fecha los intentos del ex ministro de Economía del Gobierno de José María Aznar habían sido frustrados. La primera opción fue una fusión a tres bandas con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Caixa Galicia, operación que le dejó preparada su antecesor en el cargo, Miguel Blesa, a falta de vencer las presiones políticas.

Precisamente fue la falta de acuerdo en este sentido la que dió al traste con este SIP, que más tarde se intentó reactivar a solas con la caja alicantina. Las reticencias de la Generalitat finalmente frustaron también esta fusión, que parecen haber sido vencidas al fin por el toque de atención que ha lanzado el Banco de España.