Caixabank pone el ojo en Novo Banco pese a la oposición del Gobierno portugués a la compra

De momento, la entidad española no ha tomado ninguna decisión sobre si optar a comprar esa participación de Lone Star ya que espera antes a disponer del informe que haga Deloitte, la consultora contratada, que está realizando una especie de 'due dilligence' para escudriñar en detalle a Novo Banco. El objetivo es tener clara la salud de la entidad portuguesa, fortalezas y debilidades, así como averiguar para Caixabank si tendría encaje en su perímetro. Cabe recordar que la entidad española ya está presente allí con su filial BPI, en pleno crecimiento.

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B. Pérez

En paralelo al trabajo de la consultora, será un banco de inversión el que dé una valoración de la posible oferta a realizar; se especula con que ese 75% tendría un valor de entre 3.000 y 7.000 millones, pero lo cierto es que Caixabank todavía no dispone de ninguna cifra para tomar como base. En cualquier caso, la decisión se tomaría siempre y cuando Novo Banco encaje en las pretensiones de Caixabank... y siempre que Lone Star acceda a enajenar su participación de esta manera.

Lone Star quiere abandonar Novo Banco, pero hasta ahora la fórmula que había puesto sobre la mesa era la de una salida a Bolsa. Fuentes financieras señalan que aunque haya entidades interesadas en comprar directamente su participación, la firma de inversión todavía tendrá que tomar la determinación de la fórmula que elegir para salir, en función de la complejidad y la rentabilidad de la venta.

En medio de todo está el Gobierno portugués, accionista relevante, ya que Novo Banco nació de un rescate al antiguo Banco Espírito Santo; ahí entró Lone Star con su inyección de capital, así como el Estado. «La banca española representa hoy aproximadamente un tercio, quizás un poco más de un tercio, del mercado bancario portugués», señaló el ministro de Finanzas de Portugal, Joaquim Miranda Sarmento. «El país no debería tener una dependencia excesiva, una concentración excesiva de nuestro sector bancario en manos de bancos de un solo país», añadió, aunque reconocía que es un asunto competencia de Lone Star y el posible comprador.

Fuentes financieras señalan su preocupación por la oposición del Ejecutivo portugués a la adquisición que piensa Caixabank, y que esto podría llegar a ser un obstáculo para la entidad española, que de momento sigue adelante, aunque no querría tener choques con el Gobierno de aquel país. Fuentes de Caixabank no hacen comentarios.