CaixaBank augura que la factura energética de empresas y familias no empezará a bajar hasta 2024

El servicio de estudios de la entidad entiende que tras el crecimiento medio del 30% que han experimentado los precios energéticos a lo largo de 2022, aliviado en buena medida por las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno para atenuar esta escalada, estos no remitirán en 2023, sino que subirán un poco más (2,3%), y no empezarán a bajar hasta el año 2024 para el que los analistas del banco esperan una suave caída del 1,6% de la inflación asociada a los productos energéticos.

El informe argumenta que la información procedente de los mercados de futuros del gas y del petróleo no permite avanzar una caída de los precios hasta ya iniciado el año 2024. «Los precios del gas se han estabilizado en las últimas semanas, pero las perspectivas continúan siendo complicadas», reconoce el informe. En las últimas semanas «se han estabilizado en torno a los 130 euros por megavatio hora (MWh) gracias a los elevados niveles de almacenamiento de la UE, las medidas de ahorro energético y varios factores de apoyo a corto plazo -clima suave y debates sobre nuevas medidas de la UE-, pero los mercados de futuros esperan que los precios se mantengan en torno a los niveles actuales en 2023«.

Las perspectivas no son mucho mejores para el precio del petróleo que aunque han descendido en los últimos días hasta su menor nivel desde el mes de enero se mantendrán, según los analistas de CaixaBank, en unos parámetros similares a los de este año por la intención de la Opep+ de mantener el precio del barril de brent por encima de los 80 dólares, el inicio del embargo de Estados Unidos al petróleo ruso y la más que posible imposición de un tope al mismo por parte del G-7.

Bajo estas circunstancias, CaixaBank entiende que la inflación en España se mantendrá en el entorno del 4,5% en 2023 y se moderará hasta el 2,3% en 2024, aún por encima de ese nivel del 2% que es el considerado como de equilibrio por parte del Banco Central Europeo (BCE). La tasa subyacente, que elimina el efecto sobre el índice general de los precios energéticos y de los alimentos, tardará todavía más en remitir y según el informe de la entidad quedará en el 4,8% el próximo año y el 2,8% en 2024

El encarecimiento de los bienes y servicios que consumen hogares y empresas tendrá un impacto significativo sobre la actividad económica. Tanto el consumo privado como la inversión empresarial se estancarán en 2023 en el escenario base de CaixaBank, lo que hará que la economía crezca apenas un 1% el próximo año, casi la mitad de lo que prevé el Gobierno. Los analistas de la entidad reconocen que el comportamiento del consumo privado está siendo mejor de lo esperando en la recta final del año, lo que parece diluir el riesgo de que España entré en una recesión técnica, pero señala que ese empeoramiento ralentizado de la situación no es suficiente para mejorar las expectativas sobre la economía española.