Bruselas propone limitar a 180 euros por MWh los beneficios de las eléctricas con las renovables

El plan debía haberse aprobado en la reunión de hoy martes del colegio de comisarios, pero la presidenta Ursula von der Leyen decidió aplazar la decisión un día. Según lo que se conoce del borrador del acuerdo, el tope a los beneficios que pueden obtener las eléctricas con las tecnologías renovables establecido en esos 180 euros MWh no excluye la posibilidad de que los gobiernos decidan por su cuenta introducir otras medidas en este sentido para limitar aún más el margen de las eléctricas, siempre que no sean discriminatorios ni pongan en peligro sus inversiones.

La idea de esta intervención en el mercado de la electricidad lleva sobre la mesa desde finales de agosto y la propia Comisión tiene dudas para encontrar una fórmula que permita mantener el esquema de fijación de precios, que se basa en un intenso aliciente para la inversión en renovables, con el hecho de que ello provoca que sea la tecnología más cara (el gas en estos momentos) la que fije el precio final de la electricidad. El viernes pasado, los ministros de energía estudiaron un primer borrador que no obtuvo suficiente apoyo y le pidieron a la Comisión un plan más concreto que tiene que publicar esta semana. La Comisión ya advirtió que su esquema tendría que ser orientativo y que al final han de ser los gobiernos los que elijan el camino legal para aplicarlo teniendo en cuenta sus peculiaridades en la industria y el mix energético de cada uno.

La segunda parte de esta iniciativa para intervenir en el mercado eléctrico es pedir a todos los países una reducción del 10% de la demanda de electricidad, basada en los datos del mismo periodo anteriores a la pandemia. Para ello, los países deberán identificar y definir cada mes cuales son los momentos del día en los que la demanda es más elevada de manera que correspondan al 10% de las horas de todo el mes. Y en esos periodos de tiempo, cada hora deberían reducir un 5% el consumo. El mecanismo de fijación de precios establece que las distintas tecnologías han de entrar en funcionamiento en función de la demanda en orden creciente a su coste, empezando por las más baratas (renovables) de modo que una reducción de la demanda en horas pico puede contribuir a bajar los precios si disminuye el uso de centrales de cogeneración.

Además, las compañías de petróleo, gas, carbón y refinación tendrían que hacer también una contribución «solidaria» correspondiente a los beneficios extraordinarios obtenidos en el año fiscal 2022 para que los gobiernos puedan financiar ayudas a los consumidores más vulnerables. La presidenta Von der Leyen había dicho a la entrada de la reunión extraordinaria de ministros del viernes que «todas las fuentes de energía deben ayudar a superar esta crisis». Esta propuesta ha de ser aprobada formalmente por la Comisión, previsiblemente el miércoles, y después por los propios gobiernos de los países miembros. Por ello no se habla de impuestos sino de «contribución solidaria» porque las decisiones sobre fiscalidad necesitan la unanimidad de todos los gobiernos.