Bruselas cuestiona la reforma «ambiciosa pero con pocos resultados» de Yolanda Díaz
El comisario de Economía afirma que el paro es un claro desafío para España que arrastra las cifras más abultadas de toda la UE
Mantiene la previsión del 1,7% para el crecimiento español frente al 2% del Gobierno
Bruselas mantiene la previsión de crecimiento de España en 2024 en el 1,7%, por debajo de lo esperado por el Gobierno
La vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz
La reforma laboral de la vicepresidenta Yolanda Díaz ha sido «muy ambiciosa, pero ha tenido pocos resultados» según reconoció ayer el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, habitualmente más partidario de apoyar al Gobierno socialista español que a criticarlo. Las declaraciones del responsable europeo se ... produjeron en la presentación de las previsiones de invierno de ejecutivo comunitario, que en el caso de España mantiene en el 1,7% la estimación de crecimiento en 2024, una cifra que sigue estando por debajo de lo que prevé el Gobierno de Pedro Sánchez, que calcula un alza del PIB del 2%. Tras un fuerte crecimiento del PIB real del 2,4% en 2023, (2,5% al final) se espera que la actividad económica se desacelere en 2024 hasta el 1,7%, en línea con la marcha del conjunto de la Unión Europea. Las previsiones trazan un panorama estable en la economía española gracias al consumo y la inversión, dado que «se espera que el consumo privado se vea respaldado por aumentos de la renta real de los hogares y por la utilización parcial del nivel todavía elevado de ahorro de los hogares».
Sin embargo, en materia de empleo -aunque en estas previsiones no se incluyen cifras concretas- la Comisión cree que después de cierto «dinamismo» en 2023, «se prevé que el crecimiento del empleo se desacelere este año» , pero a pesar de ello «seguirá contribuyendo a sostener la actividad económica» siempre que «el crecimiento de la inversión se vea respaldado por la implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia».
La semana que viene la Comisión prevé publicar su primer análisis sobre los efectos del plan de recuperación, que ha sido el proyecto de mayor envergadura financiera que ha desplegado jamás la Comisión, pero que en el caso de España sigue estando en una nebulosa de reglas y procedimientos burocráticos. Nadie ha sido capaz por ahora de saber siquiera qué parte del crecimiento económico se puede atribuir a esos fondos, sobre todo si se tiene en cuenta que España fue el segundo país más beneficiado, pero el último de la UE en recuperar el nivel de actividad previo a la pandemia.
En este sentido, cuando ayer se le pregunto al comisario de Asunto Económicos cómo se puede explicar que el nivel de desempleo en España siga siendo el más alto de la UE con diferencia a pesar de las reformas que la misma Comisión había aprobado como condición para conceder esos fondos, Gentiloni no tuvo más remedio que reconocer que el desempleo «es un claro desafío para España» que arrastra las cifras más abultadas de toda la UE desde hace décadas.
El socialista italiano ha reconocido «progresos, gracias al compromiso de las reformas» que prometió llevar a cabo el Gobierno, pero también reconoció que las cosas no van bien en ese campo, sin dejar de expresar su tradicional comprensión hacia la gestión del equipo de Pedro Sánchez. «Mi opinión -dijo textualmente- es que el plan ha sido muy ambicioso y ha tenido pocos resultados», aunque en apoyo al Gobierno insiste en que de todos modos «nos movemos en la buena dirección».
El año 2023 se ha cerrado con un 11,7% de paro y en las previsiones de otoño la Comisión estableció que este año 2024 el índice de paro será del 11,6% y el 11,1% en 2025, el más alto de toda la UE, por encima incluso de Grecia cuya economía ha dejado de estar en el centro de mira de las instituciones europeas. El conjunto de la eurozona se encuentra actualmente en su nivel mas alto de empleo, con solamente un 6,4 % de desempleo, lo que se ha considerado como una cifra muy positiva teniendo en cuenta la escasa cifra de crecimiento en los grandes países.
Comparación europea
Precisamente, respecto al crecimiento de la economía europea en general, para 2025, Bruselas calcula en España un alza del 2%. La previsión supone más que duplicar el dato esperado para la eurozona, ya que la Comisión calcula un crecimiento de la región de la moneda única del 0,8% este año y del 1,5% el siguiente, una cifra relativamente modesta pero que ha sido recibida con satisfacción por teniendo en cuenta que otras economías con las que existe gran relación, como el reino Unido o Japón, tienen datos que los sitúan en cifras negativas y en la órbita de la recesión.
En comparación a los grandes países del euro, España sale bien parada en las estimaciones. Alemania, Francia e Italia se calcula que crecerán los tres por debajo del 1% este año y entre el 1,2 y 1,3% el siguiente. El foco en este caso está puesto en Alemania, con un crecimiento de apenas el 0,3% para 2024, aunque por otro lado Gentiloni ha celebrado que no haya caído bajo el nivel de la depresión.
El repunte que se espera para la economía polaca este año y la esperanza de que los tipos de interés puedan bajar de nuevo acompasando el descenso de la inflación aparecen como elementos positivos a ojos de Bruselas. Irlanda seguirá siendo el país con crecimiento más espectacular.
En cuanto a la inflación, en España «se proyecta en general que seguirá moderándose, aunque persisten riesgos al alza». Respecto al déficit, la Comisión envía al Gobierno otra vez el mensaje de que debe retirar las subvenciones a la energía sin miedo a que ello empeore las cuentas públicas. «Si se mantienen las políticas» (es decir si no se cambia el rumbo, por ejemplo prorrogando los presupuestos), el déficit del Gobierno central se mantendrá ligeramente por encima del 3% del PIB en 2024, a pesar de la eliminación gradual de las medidas para mitigar el impacto de los altos precios de la energía». Bruselas prevé que «la relación deuda/PIB disminuya gradualmente en 2023, impulsada por un fuerte crecimiento del PIB nominal, y luego se estabilice en el 106,5% en 2024 y 2025.