El BCE prevé una moderación de la inflación que allana el camino para una bajada de los tipos de interés en los próximos meses
El debilitamiento del comercio internacional y del consumo privado, los riesgos económicos que pueden demorar la decisión del supervisor
Lagarde vuelve a apuntar a junio para la primera bajada de tipos, aunque no se compromete a una senda de ajuste más allá
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión«Tendremos más datos en abril, pero todavía tendremos muchos más datos en junio». Cuando Christine Lagarde decía esto, tras la última reunión del consejo de Gobierno del BCE, se refería a que el inicio del ciclo de bajadas de tipos de interés dependerá ... de ese calendario de datos. Y los datos disponibles en abril, que mencionaba, son los que aparecen en el segundo boletín económico del año, que acaba de publicar el emisor europeo. Y los datos son buenos. Los expertos del BCE prevén ahora que la inflación se sitúe, en promedio, en el 2,3% en 2024, el 2,0% en 2025 y el 1,9% en 2026.
Los precios parecen haber inaugurado ya un nuevo ciclo y se enmarcan dentro del objetivo del 2% que exigen los estatutos del BCE. Las proyecciones de inflación, excluidos la energía y los alimentos, también se han revisado a la baja y se sitúan, en promedio, en el 2,6% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 2,0% en 2026. Estos niveles de precios ya permiten abrir la puerta de las bajadas de tipos de interés y reducir, así, la presión sobre las economías europeas.
El informe mantiene algunos indicadores de alerta, sin embargo. Aunque la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente han continuado descendiendo, las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas, debido en parte al fuerte crecimiento de los salarios. Las condiciones de financiación son restrictivas y las anteriores subidas de los tipos de interés continúan frenando la demanda, lo que está contribuyendo a reducir la inflación.
Pero en el otro lado de la balanza de la decisión está la amenaza de recesión. Los expertos del BCE han revisado a la baja su proyección de crecimiento para 2024 hasta el 0,6% y esperan que la actividad económica se mantenga moderada a corto plazo. Más adelante, prevén que la economía se recupere y crezca al 1,5% en 2025 y al 1,6% en 2026, respaldada inicialmente por el consumo y después también por la inversión.
Debilitamiento del consumo y el comercio
El producto de la zona del euro permaneció estancado al final de 2023, afectado por la debilidad del comercio internacional, la reducción de las existencias y la transmisión del endurecimiento de la política monetaria del BCE, que espera que la actividad siga siendo débil a corto plazo y que se recupere gradualmente más avanzado el año, como consecuencia de la caída de la inflación, el sólido crecimiento de los salarios y el fortalecimiento de la demanda externa. Los datos procedentes de encuestas continúan apuntando a un crecimiento escaso o nulo en el corto plazo, pero los indicadores de opinión más prospectivos muestran algunas señales de mejora, dice el boletín.
El consumo privado aún es débil, dado que los consumidores siguen siendo sensibles a los precios y están posponiendo el gasto en grandes compras, pero debería mejorar conforme se recupere la renta real disponible. La fuerte disminución de las carteras de pedidos pendientes y una política monetaria restrictiva están lastrando las perspectivas de inversión empresarial a corto plazo, aunque el aumento de la confianza de los inversores sugiere que podrían darse las condiciones necesarias para una recuperación más adelante en el año. En cambio, es probable que la debilidad de la inversión residencial persista mientras la demanda de trabajo continúe ralentizándose.
Primera bajada de tipos
Estos datos permitirían, si llega el caso, aplazar un poco más la primera bajada de tipos, pero el capítulo dedicado a los riesgos deja claro que las cosas pueden también empeorar en cualquier momento. El crecimiento podría ser menor si los efectos de la política monetaria son más intensos de lo esperado, advierte el informe. Un debilitamiento de la economía mundial o una mayor desaceleración del comercio internacional también lastraría el crecimiento de la zona euro.
«La guerra injustificada de Rusia contra Ucrania y el trágico conflicto en Oriente Próximo son fuentes importantes de riesgo geopolítico, que podrían afectar negativamente a la confianza de las empresas y de los hogares sobre el futuro y crear perturbaciones en el comercio mundial», reza el documento, que recoge como riesgos al alza para la inflación la escalada de las tensiones geopolíticas. Especialmente en Oriente Medio, que podría impulsar una subida más acusada de los precios energéticos y de los costes de los fletes a corto plazo, creando nuevas disrupciones en el comercio mundial. La inflación también podría aumentar más de lo previsto si los salarios suben más de lo esperado o si los márgenes de beneficios muestran una mayor resiliencia.
El entorno tampoco ayuda demasiado. El crecimiento económico global se moderó en torno al cambio de año, como consecuencia de la transmisión del endurecimiento de la política monetaria a la economía global. Según las estimaciones, el avance del PIB real mundial se ralentizó hasta el 0,8% en el cuarto trimestre de 2023, desde el 1% observado en el trimestre anterior1. En conjunto, se estima que la actividad económica global creció un 3,5% en 2023, un ritmo similar al del año anterior y a la tasa media de crecimiento del último decenio. También es superior en 0,2 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento global prevista en las proyecciones del Eurosistema de diciembre de 2023.
MÁS INFORMACIÓN
Sin embargo, los últimos datos sugieren que el avance del consumo se está moderando a escala global, ya que los factores que han impulsado el gasto en consumo están desapareciendo. Y aunque los mercados de trabajo siguen relativamente tensionados, se están enfriando gradualmente en las principales economías avanzadas, como indica el descenso de las ratios vacantes/desempleo, mientras que el crecimiento de los salarios nominales también está desacelerándose de manera progresiva. Además, el exceso de ahorro acumulado durante la pandemia se ha agotado en gran parte.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete