BBVA planta cara al Gobierno sobre la opa al Sabadell: «La unión es positiva para el interés general»

La operación ahora mismo se encuentra en la mesa del Ejecutivo. El Consejo de Ministros tiene que decidir de aquí al 26 de junio cómo será su intervención en la opa para modificar las condiciones fijadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La incertidumbre en este caso es si el Gobierno endurecerá tanto las condiciones para el banco vasco que le haga desistir de la operación.

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El intento de adquisición sobre el Sabadell se encuentra, por tanto, en un momento crítico. Más crítico aún que la resolución de la CNMC de finales de abril ya que ahora entra en juego el terreno puramente político, con diferentes posturas en el propio Gobierno y con la presión de otras formaciones y 'lobbies' catalanes.

El Ejecutivo aún no ha decidido cómo será su intervención pero sí ha dado alguna pista de que podría optar por proteger más el empleo o la cohesión territorial. Sin embargo, en BBVA siempre han sostenido que la opa no debería pasar por el Consejo de Ministros; una postura respaldada también por la Comisión Europea, que ha tirado de las orejas ya al Gobierno por su amenaza de intervención ya que Bruselas entiende que la operación ya ha sido analizada y validada por las autoridades competentes.

En cualquier caso, el banco vasco mete presión para intentar que la operación salga adelante sin demasiadas trabas. «El sentido estratégico es claro; sentido de crecimiento del crédito, mejora de servicios y funcionalidades e impacto positivo para todos los clientes», ha dicho Belausteguigoitia. Su objetivo, ha dicho, es «crecer, sumar fortalezas» y hacer juntos un mejor banco que por separado.

«Esperamos que pronto puedan decidir los accionistas del Sabadell si sumarse a este proyecto conjunto», ha dicho el responsable en España, que es uno de los líderes de esta operación sobre el banco catalán. Este es un mensaje que llevan meses repitiendo tras el larguísimo análisis de la CNMC pero que ahora se torna aún más importante habiendo pasado 13 meses desde que se lanzó la opa.

El ejecutivo de BBVA ha puesto en valor las dos grandes aprobaciones que ha recibido el banco en su operación: la del BCE, que analiza la estabilidad financiera, y la CNMC, que analiza la competencia. Dos análisis que con su intervención el Gobierno trataría de enmendar para fijar condiciones más duras.

«La resolución de la CNMC fue tras un análisis muy profundo, exhaustivo, independiente... La decisión fue por unanimidad y con unos compromisos adquiridos por BBVA que van más allá de lo que es la competencia al tocar aspectos como la inclusión financiera, la cohesión territorial, acceso al crédito de pymes y autónomos, protección de clientes vulnerables», ha defendido Belausteguigoitia. Al mismo tiempo, ha puesto en valor los compromisos pactados, que abarcan por ejemplo mantener el crédito y condiciones comerciales a pymes hasta cinco años.

Aun así, esos compromisos pactados no se antojan suficientes para el Gobierno, donde Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, mantiene la posición más dura. La también líder de Sumar ha planteado sus exigencias para aprobar la operación en el cónclave ministerial, entre las que se encuentran la prohibición de despedir y cerrar oficinas.