El Banco de España esconde una reunión con el Govern para crear una banca pública catalana

La gestión ya había sido anunciada aunque sin fecha por la propia consejera en sede parlamentaria y es necesaria ya que aunque la decisión última depende del Banco Central Europeo (BCE) para que la solicitud llegue a ese nivel debe contar antes con el respaldo administrativo del supervisor nacional: el Banco de España.

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Bruno Pérez

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Fuentes no oficiales del supervisor de los mercados financieros han confirmado a ABC que, en efecto, ese encuentro tuvo lugar el pasado jueves 29 de mayo y que contó con la presencia de la consejera de Economía y Finanzas de la Generalitat. Sin embargo, consultadas por este diario sobre la celebración de la reunión y el contenido de la misma, fuentes del Banco de España han declinado hacer ningún tipo de comentario sobre el asunto e incluso han negado que se haya celebrado una reunión de nivel institucional -como el que correspondería a la presencia de una consejera- con el tema de la ficha bancaria del ICF sobre la mesa. «Aquí hay reuniones técnicas todos los días», aseguran.

Fuentes conocedores del procedimiento aseguran que la cuestión de la ficha bancaria apela al menos a la Secretaría General del Banco de España y a la Dirección General de Supervisión, lo que conduciría a pensar en la posible presencia tanto de Francisco Javier Priego, como secretario general, como de Mercedes Olano en el encuentro, pero nada de esto ha sido confirmado por la institución, que sin embargo sí aclara que José Luis Escrivá no participó en ningún encuentro de esa naturaleza ese día.

Tampoco ha querido hacer comentarios la Generalitat, desde donde dicen que hablarán del asunto cuando haya algo que decir.

La cuestión no es pacífica. La ambición de la Generalitat de Cataluña por reconvertir el ICF en un banco público, que viene de los tiempos de Artur Mas, tropezó hace apenas tres años en la piedra del Banco de España, que en 2022 desestimó la solicitud del instituto para contar con una ficha bancaria que le permitiera operar en el segmento minorista por la ausencia de un informe favorable de la Comisión Europea sobre las posibles incompatibilidades que ese operación pudiera tener con la exigente regulación europea de ayudas de estado.

En aquel entonces, el Ejecutivo de Pere Aragonés anunció que iniciaría un replanteamiento de su solicitud para salvar la dificultades burocrática planteadas desde Europa, pero nada más se supo de esa operación hasta que hace unas semanas el gobierno de Illa retomara el proyecto.

La Generalitat de Cataluña aspira a convertir el Institut Català de Finances (ICF) en el germen de una futura «banca pública catalana» y no solo está maniobrando para lograrlo en el nivel burocrático e institucional sino también en el político. ERC acordó con el Gobierno una enmienda a la Ley de Defensa del Cliente Financiero para desbloquear la iniciativa y ampliar el radio de acción del ICO catalán incluso sin necesidad de tener ficha bancaria, como informaron ya en ABC Álex Gubern y Daniel Caballero.

«No es un camino sencillo porque, si no estoy equivocado, la decisión final depende del Banco Central Europeo, y también tiene un papel en ello el Banco de España. Pero le aseguro que el Govern dará el paso, lo trabajará y lo defenderá, y me gustaría que esto también contara con un apoyo amplio de la Cámara», subrayó Salvador Illa en una sesión de control en el Parlament.

El ICF, al igual que el ICO en el conjunto de España, tiene como objetivo facilitar financiación al tejido empresarial catalán mediante créditos, avales o capital riesgo en proyectos que se consideran estratégicos. También gestiona parte de los fondos comunitarios. En los años del post 'procés' su independencia se vio comprometida con el intento de conceder avales para cubrir las fianzas de 5,4 millones de euros impuestas por el Tribunal de Cuentas a 34 ex altos cargos de la Generalitat.

La pretensión es contar con ficha bancaria, y por tanto poder operar bajo las mismas condiciones que la banca comercial, con acceso a las líneas de crédito del Banco Central Europeo o captando depósitos de ahorradores.

Desde otra perspectiva, los acontecimientos quisieron que el encuentro de la delegación de la Generalitat con el Banco de España se produjera en medio del ruido en torno al objetivo declarado por el gobernador, José Luis Escrivá, de reforzar la presencia de la institución en Barcelona. y la reestructuración interna de la dirección general históricamente más potente del banco, la de Economía, cuyo futuro parece estar vinculado también al menos en parte al proyecto de dar más potencia a la sucursal del banco en Barcelona.

Varias fuentes internas confirman que entre los funcionarios de la Dirección de Economía del Banco de España existe una inquietud real sobre la posibilidad de que Escrivá decida reubicar una parte importante de la estructura en Barcelona aprovechando este proyecto de reestructuración. Una inquietud que, al menos en público, ha sido diluida por el gobernador, que ha asegurado que al menos en una primera fase lo que se implantará en Barcelona será el Centro de Implementación y Desarrollo Tecnológico, con una dotación de 25 profesionales que en su mayoría se reclutarán con un proceso de captación externo. No obstante, no descartó que una parte de la Dirección de Economía pueda dar servicio a este centro. «Empezaremos por 25 personas, veremos luego a donde nos lleva», dijo sobre el despliegue del Banco de España en Barcelona.