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La banca española acapara uno de cada cuatro euros prestados por el BCE

El sistema financiero utilizó en junio la cifra récord de 126.300 millones de euros

MARÍA CUESTA

El impacto del cerrojazo que los mercados internacionales han impuesto al sector financiero español ya se puede cuantificar: 126.300 millones de euros. Esa es la cantidad que la banca española tuvo que pedir prestada durante el pasado mes de junio al Banco Central Europeo (BCE). Un nuevo récord histórico que supone, además, que las entidades españolas acapararon más del 25% de los préstamos concedidos por la entidad que preside Jean Claude Trichet a todo el conjunto de la banca europea.

Aunque desde la quiebra de Lehman Brothers la dependencia rente al BCE del sistema financiero europeo, en general, y español, en particular, se ha disparado, lo cierto es que el mes de junio ha pulverizado todos los registros. La apelación de la banca nacional a la ventanilla central supuso un alza del 78,6% con respecto al mismo mes del año anterior y un 47,5% en relación con el mes de mayo. Unos datos que contrastan además con las cifras globales del eurosistema. Los bancos europeos solicitaron en junio un 19,38% menos que el mismo mes del año anterior y un 4,25% menos que el mes de mayo.

Los economistas consultados por este diario coinciden en que para entender esta subida hay que tener en cuenta dos factores. Por un lado, la desconfianza internacional en la economía española, que ha provocado el rechazo de buena parte de los inversores a todos aquellos activos con el sello «made in Spain». Y por el otro, el «macro-vencimiento» de 442.000 millones que afrontó la banca europea el pasado 1 de julio, que llevó a las entidades españolas a hacer acopio de liquidez aunque, eso sí, en mayor medida que sus homólogas europeas.

En cualquier caso, lo cierto es que las constantes inyecciones de liquidez del BCE ha terminado por sustituir las funciones correspondientes al mercado interbancario, donde tradicionalmente los bancos se prestan dinero entre sí como vía de financiación, lo cual refleja la intensa desconfianza que predomina en el sector para prestarse dinero entre sí ante las dudas de solvencia existentes, sobre todo, en algunos países como es el caso de España.

No obstante, prácticamente la mitad de estos fondos se deposita nuevamente en el BCE —pese a que el interés del 0,25% diario que ofrece Trichet es mucho menor que el que podrían obtener las entidades en el interbancario (donde la rentabilidadla marca el Euribor)—. El pasado mes de junio, sin ir más lejos, los bancos habían depositado 364.587 millones de euros en el BCE, un nuevo récord histórico que da muestra del nerviosismo del mercado urante el mes pasado.

Pero no todo son malas noticias. El banco de inversión Goldman Sachs rompió ayer una flecha en favor del sistema financiero español y aseguró que la publicación de los test de estrés el próximo 23 de julio desviará de ellos la atención internacional para dirigirla hacia las entidades alemanas porque su tasa de endeudamiento es elevada, o al menos, superior, a la de España. «Los tests de estrés deberían quitar el foco sobre los bancos españoles, principalmente de los grandes e internacionales, que cuentan con financiación segura», asegura el banco estadounidense.

Una opinión que comparte el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, que, durante una conferencia que ofreció en el Círculo Ecuestre de Barcelona, aseveró que cuando se hagan públicos los mencionado test de estrés España «estará en una posición más sólida». En opinión del ex ministro, España tiene unos indicadores económicos muy similares a los de los países europeos, pero tiene «un problema de credibilidad que debe afrontar cuanto antes».

Rato defiende la LORCA

Rato también defendió el modelo de negocio de cajas de ahorros y avaló la nueva ley estatal que las regula, pues les permitirá «capitalizarse como el resto de entidades financieras, pero sin perder su carácter social». Y es que no hay que olvidar que han sido las las dificultades de acceso a los mercados de capitales, unidas al previsible endurecimiento de los requerimientos mínimos de recursos, los principales detonantes de la rapidez con la que se ha articulado legislación de las cajas de ahorros, que ayer entró en vigor.

ambién ayer, tres de los sindicatos que representan a los trabajadores de estas entidades ecurrieron ante el Tribunal Supremo sta norma. La nota negativa corrió ayer por cuenta de Citigroup. El banco estadounidense aseguró que es «más que probable» que el FROB tenga que intervenir para estabilizar a banca español en los próximos meses.

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