La banca ya detecta un aumento de la morosidad por las subidas de tipos
Se están produciendo impagos de uno y dos meses, además de retrasos, cada vez con más frecuencia
Las entidades tienen su principal preocupación en las pymes, porque es el segmento más vulnerable
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Madrid
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Iniciar sesiónCuando durante el Covid-19 los analistas apuntaban a un 'boom' de morosidad bancaria en los primeros meses de la pandemia, el golpe se contuvo con ayudas públicas. Ahora, más de tres años después, no habrá soporte vital del Gobierno que pueda evitar los impagos ... . De hecho, las entidades financieras ya se están adaptando al nuevo entorno: «Se está notando un cambio», indican en el sector.
Ese cambio es que la morosidad de los préstamos ha empezado a aumentar; el crédito se está deteriorando y así lo perciben los bancos en sus balances. Reconocen que es algo que todavía no se notará en las estadísticas oficiales ya que estas suelen ir con un desfase temporal de alrededor de seis meses en cuanto a los activos dudosos.
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Créditos dudosos son aquellos que suman al menos 90 días en impago o que se tiene la certeza de que no serán devueltos. Por una parte, la banca indica que por el decalaje en las cifras oficiales todavía no se dejará sentir en los datos de dudosos; por otra, hay que tener en cuenta que por el momento los impagos se están produciendo en un estadio anterior.
Se están dando cuotas impagadas en el primer o segundo mes, además de retrasos, lo que pone en guardia a las entidades financieras. En caso de acumular, finalmente, muchos créditos dudosos, eso obliga a aumentar las provisiones y daña adicionalmente la capacidad de conceder más financiación a los agentes económicos. Una rueda, la de la morosidad, cuya evolución preocupa más que hace un trimestre.
La estadística de dudosos de la banca alcanza hasta marzo y se situaba entonces en un 3,51% de morosidad, lo que equivale a algo más de 42.200 millones de euros de impagados. La tendencia que venía desde hace años era de descenso continuado del ratio.
Este es el porcentaje de créditos dudosos que tenía la banca en marzo, último mes con datos
El Banco de España, en su último informe de estabilidad financiera publicado en abril, daba cuenta de una cierta tranquilidad. La mora no aumentaba, y tampoco lo hacía el crédito en vigilancia especial, que es aquel que aunque no está en incumplimiento el banco sí ha percibido que puede estarlo a futuro. «El crédito en vigilancia especial también se redujo, pero, en este caso, el comportamiento sectorial fue desigual, con un incremento en los préstamos a hogares y con un descenso en los destinados a empresas. La desaceleración de la actividad a lo largo del año pasado no parece estarse reflejando, al menos por el momento, en un aumento de los deterioros de calidad crediticia en España», rezaba el documento.
El supervisor hablaba de una caída del 12,2% interanual de los préstamos en vigilancia hasta diciembre de 2022, hasta el 7,1% del total del crédito al sector privado residente. Aun así, al mismo tiempo avisaba de que «todavía son un 24,5% superiores a los registrados antes de la pandemia».
Con estos datos, la institución pedía prudencia, y sigue pidiéndola, a los bancos. Porque en el Banco de España, y también en el Banco Central Europeo (BCE), han advertido al sector sobre que las subidas de tipos de interés iniciadas en julio de 2022 tienen primero un efecto positivo en las cuentas de resultados, pero que al cabo de los trimestres ese efecto se vuelve negativo.
El sector, en guardia
La banca vigila a las pymes especialmente, pero también el crédito al consumo y las hipotecas
Fuentes bancarias, asimismo, señalan que el BCE ha pasado ya el nivel a partir del cual las entidades creen que los tipos pueden ser un problema para el sector. Hasta el 3% consideraban que no se dañaba tanto las economías ni aumentaban tanto los costes financieros como para que el deterioro crediticio fuera notable; la institución de la zona euro tiene ya el precio del dinero en el 4% y apunta a que todavía queda algo más de recorrido.
Fuentes financieras destacan que las subidas de tipos están detrás de esta situación. Ha costado varios trimestres para que la banca comience a notar un deterioro en la calidad de sus activos pero es algo que ha terminado por llegar con el aumento de los costes financieros, el freno de las economías y la restricción del nuevo crédito. Relacionado con todo ello, los bancos también están reduciendo los encargos de trabajos y análisis que realizan a las grandes consultoras. Esto es algo que ocurre siempre en épocas de desaceleración o crisis, cuando las entidades optan por intentar reducir gastos.
En este sentido, los bancos se ponen en guardia especialmente con respecto a las pymes. Son las pequeñas y medianas empresas las que primero se suelen deteriorar en las crisis y cuando vienen mal dadas ya que son las que tienen menos músculo financiero para aguantar. Las entidades están siguiendo muy de cerca este segmento, pero también los de consumo y las hipotecas, ya que la morosidad creen que se acabará trasladando a todos los ámbitos del crédito.
Gestión de los impagos
¿Cómo hace frente la banca a los impagos? De varias formas. En primer lugar, tratando de negociar con el deudor y ofreciéndole alternativas o reestructuraciones. En segundo lugar, delegando la gestión de los créditos en dificultades a terceras empresas; se encarga a compañías como DoValue que gestionen carteras enteras de morosos. En tercer lugar, con la venta de carteras de activos problemáticos.
Esta último opción fue muy utilizada el año pasado, con lo que la banca soltó lastre. Se hicieron 47 operaciones por 16.456 millones de euros en ventas de carteras, según un reciente informe de Atlas Value Management. De hecho, esas 47 operaciones para desprenderse de activos tóxicos son récord de la serie histórica.
Por esas ventas de carteras en parte la morosidad no ha aumentado en los últimos meses, porque se sacan directamente de balance. Y además, el BCE anima a los bancos a acometer este tipo de operaciones para llegar a la ola de morosidad, que se acerca ya a la orilla, lo más saneados posible.
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