Las ayudas del Gobierno abaratan un 30% el precio del transporte público en Madrid, el doble que en el conjunto de España

Los datos proporcionados por el Gobierno indican que este año 2024 se destinarán 660 millones de euros a este política, cuyos efectos se han repartido de forma desigual por el conjunto del territorio español y que según el informe difundido este martes por el Banco de España han contribuido a abrir la brecha entre autonomías generada por la espiral inflacionista.

Los datos recabados por el supervisor concluyen que en los meses más duros de la espiral inflacionista los precios del transporte público experimentaron un rebaja media del 30% en la Comunidad de Madrid -de largo, la más beneficiada de esta política-, principalmente por la rebaja del 60% que experimentaron los títulos de transporte por la rebaja del 30% del Estado que fue complementada por otro 30% por el Gobierno regional; mientras que la segunda autonomía más beneficiada habría sido Extremadura, donde la rebaja de los billetes de transporte interurbano habrían reducido el coste medio del transporte público en algo menos de un 30%.

En el resto de autonomías, los precios del transporte público experimentaron evoluciones mucho más modestas, que oscilaron entre la rebaja del 20% en el País Vasco y la ligera subida del 6% en Cataluña, que solo aplicó ese descuento sobre los títulos del transporte en 2022. La mayor reducción de los precios del transporte público en la Comunidad de Madrid en los datos del IPC se vio estimulada además por la singular composición de la cesta de bienes y servicios de la región, en la que pesan más los servicios y en la que el coste del transporte público urbano tiene un mayor peso que en otras comunidades en la cuenta de gasto mensual de los hogares.

El ejemplo del transporte sirve para ilustrar las diferencias en la evolución del IPC que el Banco de España ha detectado en los años de la espiral inflacionista y que, en la mayor parte, encuentran explicación precisamente en las diferencias en la composición de la cesta estándar de bienes y servicios que se consumen en unas comunidades autónomas y otras.

En cifras esa brecha indica que en los cincos años que transcurrieron entre junio de 2019 y junio de 2024, y que enmarcan las bruscas fluctuaciones de precios provocadas en primer lugar por las medidas restrictivas al consumo de la pandemia y, en segundo lugar, por la escalada de los precios energéticos tras la invasión rusa de Ucrania, mientras que el coste de la vida medido por el IPC se encareció de media un 18,9% en el conjunto de España, lo hizo solo un 17,1% en la Comunidad de Madrid mientras que en la vecina comunidad autónoma de Castilla-La Mancha lo hizo en un 21,2%.

¿Cómo se explica semejante diferencia que sobre una cesta de la compra mensual media de 1.500 euros supondría más de 60 euros mensuales? El análisis del Banco de España atribuye esta diferencia principalmente al efecto composición, es decir, a los diferentes patrones de consumo por comunidades autónomas, muy determinados también por su poder adquisitivo, pero no solo.

"La heterogeneidad en las tasas de inflación regionales, un fenómeno que también se observa en otros países, refleja fundamentalmente las diferencias que existen entre comunidades autónomas en cuanto a la composición de las cestas de consumo de los hogares", indica el informe.

Este factor fundamental para explicar las diferencias en la evolución del coste de la vida entre comunidades autónomas ha sido agravado en algunos casos por las ayudas del Gobierno. Ha sido el caso, por ejemplo, de las ayudas al transporte público, cuya incidencia ha sido mayor en zonas urbanas como Madrid o Barcelona donde su uso es más habitual y masivo.

Pero también ha afectado a la inflación energética, donde el Banco de España ha detectado las mayores brechas entre autonomías con una horquilla situada entre el 27,6% que se ha encarecido la factura energética en Canarias y el 19,4% que lo ha hecho en la Comunidad de Madrid, la que se destaca como la región donde menos han subido los precios entre 2019 y 2024.

El informe del Banco de España explica esta fenomenal brecha por la amplia cobertura de la red de gas en la Comunidad de Madrid, un bien energético cuyo precio ha experimentado un descenso del 6,3% en el quinquenio de referencia, en tanto que en Canarias su dependencia del combustible tanto para la automoción como para la vivienda y el fuerte encarecimiento que ha experimentado este explican su elevada inflación energética, muy por encima de la media.

Algo similar sucede con los alimentos. Las comunidades autónomas menos prósperas se caracterizan por un mayor peso de los alimentos en la cesta de la compra mientras que en las más ricas son los servicios los que tienen un peso mayor. Bajo esta premisa, el fuerte encarecimiento de los alimentos del 32,6% entre 2019 frente a la más suave subida del precio de los servicios, del 13,4%, habría contribuido también a ensanchar esa brecha de inflación en perjuicio de las autonomías con niveles de renta más bajos.