A las tres y media de la tarde de ayer partió de la madrileña estación de Atocha con destino a Sevilla el primer viaje oficial del tren de alta velocidad español (AVE). En vísperas de la Exposición Universal, el vicepresidente del Gobierno, Narciso Serra, y ... el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, encabezaron la expedición inaugural de este proyecto, fruto de «una decisión política», que permite cubrir el trayecto entre las dos ciudades en menos de tres horas.
Un formidable despliegue de seguridad y el saludo fugaz de grupos de ciudadanos desde viaductos y estaciones jalonaron el primer viaje oficial del tren de alta velocidad Madrid-Sevilla. A las 15:30, el AVE abandonó la madrileña estación de Atocha.
Sólo porque las traviesas de la vía se vuelven invisibles a poco de la partida siente el viajero que el convoy alcanza los 250 kilómetros por hora. Por lo demás, una estabilidad libre de los traqueteos de los trenes tradicionales es la nota dominante a bordo. La cita -todas las autoridades coincidieron en el momento de la partida- era histórica. Antes de la partida, el vicepresidente del Gobierno había descubierto una placa en la estación de Atocha, acto que fue el primero de un día eminentemente protocolario.
Unos cincuenta minutos después de la partida, exactamente a las 16:23, el tren que ha costado a los españoles más de 400.000 millones de pesetas entró en Ciudad Real, y a las 16:43 lo hizo en Puertollano.
El vicepresidente del Gobierno expresó su satisfacción ante este primer viaje de un medio de transporte que, según dijo, ofrece un servicio «similar al del avión». Asimismo, Serra comentó que el AVE «se tenía que construir hacia Sevilla» para que el Sur aprovechara la ocasión histórica del 92.
El ministro Borrell declaró a ABC que los trenes tradicionales «no podrán usar el nuevo trazado, porque es de ancho europeo» y, por tanto, seguirán pasando por Despeñaperros. «Únicamente -aclaró- se podrán adaptar los talgos, que serán utilizados para enlazar con las capitales costeras del suroeste peninsular».
El AVE llegó, por fin, a la estación sevillana de Santa Justa a las seis y veinticinco de la tarde, la hora prevista. Una ovación envolvió la salida al andén de las autoridades, que fueron recibidas por el alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos. Poco antes, en la escala de Córdoba, se había incorporado a la expedición el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, quien aseguró que «los aplausos los recibe el tren y no nosotros».
El vicepresidente manifestó que «a partir de aquí nuestra voluntad es, con el tiempo, unir el AVE Madrid-Sevilla también con Barcelona, y por supuesto con Europa».
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