Temor entre los empresarios españoles
Los ataques en el mar Rojo disparan los precios del transporte con Asia
Algunas de las principales navieras prefieren bordear todo África pese a ser más caro y largo el trayecto
Exportadores de nuestro país señalan incrementos de costes de hasta un 170% en las rutas que contratan
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'Desestabilizador', por Ignacio Marco-Gardoqui
Madrid
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Iniciar sesiónLos ataques del último trimestre en el mar Rojo ponen en jaque el comercio con Asia. La preocupación cunde entre los empresarios españoles que tratan con aquella región, ya sea exportando o importando, porque hacer la ruta a través del canal de Suez, ... entrar en el citado mar y salir de él se complica con el paso de las semanas y empieza a quedar solamente la alternativa de bordear todo África para llegar y volver del continente asiático, algo que conlleva un incremento de precio enorme, como constatan ya fuentes empresariales.
De la guerra entre Israel y Hamás ha surgido un protagonista que mantiene bajo amenaza una zona fundamental no solo para aquella región sino para el conjunto del planeta como es el mar Rojo. Los hutíes, insurgentes yemeníes, han entrado en el conflicto como aliados de Hamás y mantienen aterrorizado todo el comercio internacional a través del citado mar. Desde Europa se accede mediante el canal de Suez y de él se sale a través del estrecho de Bab el-Mandab. Pero los ataques llevados a cabo por los hutíes han dado al traste con esa ruta.
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Estos rebeldes yemeníes han atacado en el último trimestre a varios buques mercantes, de distinta índole y navieras, como muestra de solidaridad con Gaza y en repulsa contra los barcos que vayan a tener trato con Israel. Como respuesta, Estados Unidos lidera una coalición internacional, de la que se ha autoexcluido España, para tratar de hacer frente a esta pata del conflicto y garantizar la seguridad y la libertad de navegación en la zona.
Pese a la respuesta internacional, el problema en el mar Rojo no tiene visos de solucionarse a corto plazo. Y la principal consecuencia es la interrupción parcial del tráfico marítimo a través de él, lo que termina desembocando en un aumento de precios del transporte y en retrasos. Un dato muestra la importancia de aquella zona: el 10% del comercio mundial pasa por el canal de Suez.
Las navieras, que son las que se dedican al transporte marítimo y hacen las rutas con sus barcos, llevan meses atenazadas por el conflicto. Empresas como Maersk, Hapag-Lloyd, MSC, Evergreen Marine están optando por evitar por completo el mar Rojo; decisiones que van actualizando prácticamente semana a semana según evoluciona el conflicto. Bajo esta situación todo se complica para los empresarios españoles que comercian con Asia, ya que atraviesan para ello el canal de Suez y el mar Rojo.
Planes alterados
Luis Parodi es director y fundador de la compañía Global Green Europe, una empresa de materias primas relacionada con el negocio del plástico. Su operativa tiene mucho foco en el mercado asiático, en países como China o Malasia. Pero sus planes de exportación e importación se han visto sensiblemente alterados por los ataques en el mar Rojo.
Este señala a ABC que los transitarios, que son intermediarios con las navieras, están advirtiendo a las empresas en España de recargos extraordinarios en el transporte por mar hacia Asia y de incrementos en el precio de los seguros. En algunos casos, los incrementos de precios, según otras fuentes empresariales, llegan a producirse en plena navegación por lo cambiante de las circunstancia ya que se ven obligados a variar de ruta para llegar al puerto de destino.
Consecuencias
El problema no es solo de incremento de costes del transporte sino también del retraso en las entregas si hay que bordear África
La situación la vienen experimentando desde hace ya dos meses, pero en las últimas semanas los problemas se han acrecentado, especialmente en lo relativo a los costes. Parodi pone de ejemplo uno de sus últimos envíos desde España a Malasia. «He tenido un extra de 1.100 euros de media por contenedor», destaca. Lo que carga su empresa con destino al país asiático le venía costando unos 650 euros antes del conflicto; ahora, con la tensión vivida en la zona y las rutas alternativas que se ven obligadas a tomar las navieras, ese coste se le ha disparado hasta los 1.750 euros por contenedor.
Esto supone hasta un 170% de sobrecoste respecto a la situación previa. Un porcentaje desorbitado que empieza a recordar a lo vivido durante la pandemia y durante la recuperación pos-Covid. En el caso de este empresario envía unos 40 contenedores mensuales a Asia, con una carga que en su caso es de 22 toneladas. «Este alza de 1.100 euros supone 44.000 euros más al mes» en transporte, como denuncia.
Evitar el mar Rojo
Ramón Gascón, asesor para Asia del Club de Exportadores e Inversores Españoles, da cuenta también de cómo está afectando el conflicto al comercio de nuestro país con Asia. «Ya hay navieras que han manifestado que no van a pasar por el mar Rojo», indica. Y las consecuencias de todo esto son económicas, pero también de tiempos.
Gascón destaca que, en términos generales, el coste de los fletes llega a incrementarse en un 30% solamente por el cambio de rutas, aunque todo depende de cada naviera, el intermediario que se utilice, la mercancía, etc., según añaden fuentes empresariales. Apuntan las fuentes consultadas que, sumando todos los costes aparte del cambio de rutas, el incremento extra del precio llega hasta el 170%.
«Los efectos de la crisis han sido inmediatos porque las navieras ya están cotizando un sobreprecio de 3.000-4.000 dólares adicionales por cada contenedor de transporte, lo que supone el doble del coste anterior a los ataques perpetrados contra los barcos mercantes», añaden por su parte desde la CEOE.
El tiempo que se tarda en hacer las rutas también sufre alteraciones. Por una parte están aquellos barcos a la espera de poder definir su ruta cuando ya están en navegación; por otra, los que todavía no han iniciado sus rutas y finalmente optan por bordear todo África para llegar a Asia. Esta última es la solución por la que están optando las principales navieras del mundo. «Desde el punto de vista del comercio con la región de Asia, bordear todo África retrasa el transporte entre dos y tres semanas. Ahí tenemos un retraso sustancial», comenta Gascón.
Relacionado con ello, desde la CEOE destacan también que «esta crisis no sólo repercute en un aumento de los costes de transporte, sino también provocará a partir de esta semana interrupciones en el suministro de mercancías y bienes a empresas españolas».
Las claves del problema en el mar Rojo
¿Qué ocurre en el mar Rojo?
El conflicto en el mar Rojo es una de las derivadas de la guerra de Israel con Hamás. Los hutíes, que son insurgentes yemeníes, han entrado en la guerra como aliados de Hamás y llevan tiempo atacando a buques mercantes que pasan por la zona. Una coalición internacional liderada por Estados Unidos trata de restablecer la seguridad y la libertad de navegación en la zona, pero eso no ha evitado el golpe al comercio con Asia.
¿Cómo han reaccionado las empresas de transporte?
La principal consecuencia es la interrupción, parcial o total, del tráfico marítimo por el mar Rojo. Ante la amenaza de ataques y la falta de seguridad, las navieras están optando por detener sus rutas por esa zona; entre ellas, navieras globales como Maersk o Hapag-Lloyd. Por el canal de Suez pasa más de un 10% del comercio global.
¿Qué implica la interrupción de la ruta del mar Rojo?
Las navieras ya no quieren pasar por el mar Rojo ante las amenazas de los hutíes, que en algunos casos como Maersk ya las han sufrido. Pero eso no implica que el transporte por mar se detenga. Lo que están haciendo las navieras es retrasar la navegación a Asia o utilizar rutas alternativas como la de bordear todo África. Esta última opción, sin embargo, conlleva un tiempo de espera de tres semanas extra y un aumento del coste de hasta un 170%, según las fuentes consultadas.
¿Qué esperar en las próximas semanas?
Los empresarios españoles que comercian con Asia no son demasiado optimistas con la situación, y casi que se resignan a tener que soportar retrasos y alzas de costes en sus envíos y recepciones de mercancía. Asimismo, las navieras van actualizando su situación prácticamente cada semana a la luz de los nuevos acontecimientos.
¿Se puede llegar a la situación del Covid?
La reapertura tras lo peor del Covid generó incrementos de precios de hasta más del triple en los fletes. Ahora la situación no ha llegado a esto todavía, pero sí que supone un paso atrás después de la normalización de precios que se vio en el año 2023.
Si se opta por utilizar la ruta africana, bordeando el cabo de Buena Esperanza, el coste es económico y en tiempo. Y ese coste todavía está por ver quién terminará por asumirlo: empresa, intermediarios, clientes empresariales o clientes finales. «Nosotros estamos avisando a nuestros clientes de que no podemos asumir el coste», señala Parodi, que teme que esta situación se agrave. Y recuerda que, en episodios pasados, al final todo ha derivado en incremento del precio para el cliente final.
Asimismo, ya se están dando también problemas para la producción. La empresa de neumáticos Michelín ha anunciado parones de producción en España por la escasez de caucho derivada de los problemas en el corredor logístico del mar Rojo.
Recuerdos del Covid
No es la primera vez que los empresarios españoles se enfrentan a tensiones en los transportes marítimos. Uno de los eventos más traumáticos fue durante el Covid y la recuperación posterior.
En los primeros meses del Covid, el mundo se paró. El comercio global se detuvo, y eso impactó en las cuentas de los empresarios. Pero para aquellos más dependientes del comercio exterior, uno de los momentos más complicados llegó en la recuperación. Con la reapertura, el consumo empezó a recuperarse y la demanda de comercio con otros países subió más de lo que podía asumir el transporte. Conseguir un contenedor se convirtió en un esfuerzo de tiempo y económico; muchos barcos todavía no estaban operativos y aquellos que sí lo estaban se llenaban con mucha rapidez. El precio llegó a más que triplicarse en 2021 y 2022.
En 2023 los precios se habían llegado a estabilizar en valores similares a los previos a la pandemia, pero ahora esta situación en el mar Rojo supone de nuevo una amenaza que recuerda a etapas anteriores.
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