Gobierno y comunidades se comprometen ante la industria a impulsar ya la movilidad eléctrica

Con la presencia del ministro Jordi Hereu, los presidentes Salvador Illa, Carlos Mazón y María Chivite, y el presidente de Seat, Wayne Griffiths, la reunión en Barcelona, impulsada por la automovilística española, ha servido para, al menos públicamente, reafirmar el compromiso de todos los implicados en la movilidad eléctrica, algo que, por ahora, tal y como de manera repetida se denuncia desde la industria, solo es una realidad sólida por parte de fabricantes y marcas.

Así, la declaración de Casa Seat compromete a la administración, entre otras medidas, a implementar un plan de incentivos fiscales que permita disponer de las ayudas para la adquisición de coches cero emisiones en el momento de la compra. También se compromete la administración a implementar una red de infraestructura de carga que dé seguridad a los usuarios, con especial atención al despliegue de puntos ultrarrápidos de carga en los grandes ejes viarios, definiendo un plan de despliegue a cinco años, con hitos anuales de cumplimiento. También, se pretende generalizar el coche eléctrico en las flotas públicas. Los firmantes de la declaración crearán un grupo estable de trabajo para desarrollar las medidas concretas para lograr esos objetivos.

Las buenas intenciones están, pero la realidad dista mucho de acercarse a la movilidad eléctrica a la que se aspira, en línea con el objetivo europeo de vender solamente vehículos sin emisiones en 2035 y ser un continente climáticamente neutro en 2050. Como hoy mismo ha señalado el presidente de Seat, el esfuerzo de las administraciones debe estar a la altura del de las compañías para comenzar a lograr objetivos. «En marzo de 2021 prometimos electrificar nuestra compañía y poner a España sobre ruedas eléctricas. Desde entonces, hemos trabajado mucho para que este objetivo sea una realidad. Sin embargo, el mercado no arranca ya que este año, el 25% de los vehículos vendidos en Europa deberían ser 100% eléctricos y estamos a medio camino. En España estamos mucho más lejos ya que apenas superamos el 5%, y no hay ninguna señal de mejora» ha declarado Wayne Griffiths.

«Estamos a medio camino», ha lamentado el presidente de Seat, que por contra ha señalado que España aún está a tiempo de captar nuevos proyectos si se ponen las bases, algo que, en parte, la firma de la declaración de esta mañana, debería impulsar. El reto, convertir España en un «hub de movilidad eléctrica».

En su intervención, el ministro Jordi Hereu ha celebrado que gobiernos de distintas fuerzas políticas sumen de manera conjunta al lado de los grupos industriales que apuestan por España.

De manera general, desde la industria hay descontento con lo que consideran falta de apoyo de la administración en el desarrollo del coche eléctrico. Sin ir más lejos, con la no aprobación en el Congreso la semana pasado del 'decreto ómnibus' no se ha podido aplicar la prórroga aprobada en diciembre del Plan Moves III para la compra de vehículos eléctricos, pilas de combustible y puntos de recarga hasta el próximo 30 de junio de 2025. Además, el rechazo del decreto 'omnibus' también ha acabado con la deducción del 15% en el IRPF en la compra de un vehículo eléctrico hasta el 31 de diciembre de 2025 que fue implantada el pasado mes de junio. En su intervención esta mañana, Mazón ha reclamado que la suspensión del plan Moves sea pasajera y que su reinstauración «no esté condicionada por los intereses políticos».

Queda mucho trabajo por hacer. Según los datos de Anfac y ACEA, la patronal de los fabricantes europeos de automoción, en 2024 los turismos eléctricos sumaron sólo el 5,6% de la cuota de mercado en España, muy lejos de la media europea que se sitúa en el 13,6%. «Sin las ayudas a la compra, como se ha demostrado en otros países de la Unión Europea, se paralizan las ventas de turismos eléctricos, con el consiguiente retraso en el cumplimiento de los objetivos de descarbonización que marcan España y la Unión Europea», afirmaban la pasada semana en un comunicado.