El año negro de la construcción: el sector con más muertes por accidente laboral y en el que más han aumentado en 2025

El edificio, un bloque de oficinas que se estaba rehabilitado para convertirse en un hotel de cuatro estrellas, se derrumbó cuando Laura, arquitecta, estaba en la primera planta, y los tres obreros fallecidos se encontraban en pisos dispares, dos en los baños del sótano y el otro en el más alto del inmueble.

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Dentro de lo inusual de este tipo de siniestros, la muertes por atrapamientos y aplastamientos dentro de la obra son de las más frecuentes entre los accidentes laborales, aunque no tanto como los accidentes de tráfico, los accidentes cardiovasculares, los golpes o choques contra algún elemento o los ahogamientos y se producen tranto en trabajadores cualificados como no cualificados.

La ministra de Trabajo ya ha avanzado que se encuentra en contacto con la Inspección para estudiar las condiciones en las que sucedieron los hechos, pero lo cierto es que las cifras de las muertes en construcción han empeorado considerablemente en lo que va de año.

Si entre enero y julio los accidentes laborales habían disminuido con respecto al año anterior alrededor de un 2%, la realidad en el ladrillo ha sido otra bien distinta, al menos en cuanto a accidentes fatales: los trabajadores que han muerto en obras suman 103, 21 más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos del Ministerio de Trabajo, lo que supone un incremento del 20,4% en los accidentes mortales del sector de la construcción.

Es este en el que más trabajadores fallecen, en parte por ser una actividad manual, y las estadísticas en los dos últimos años no han hecho más que empeorar, pero de forma considerable en el curso actual. En 2023, 138 trabajadores cualificados y no cualificados perdieron la vida durante la jornada; en 2024 fueron 144 y este año, entre enero y julio, ya suman 103.

El transporte y la industria manufacturera son las otras dos secciones donde más muertes se producen, pero ambas bastante lejos de la construcción, con 65 y 48 decesos, respectivamente, en lo que va de año.

Entre los motivos de siniestralidad mortal, el que más crece son las muertes por golpes por una caída del trabajador. Sesenta trabajadores murieron por este motivo en lo que va de año y aunque los atrapamientos y amputaciones han disminuido -van 46 personas en la primera mitad de año-, se trata, junto a las caídas, de causas «fácilmente prevenibles» en la obra, según los sindicatos.

El alcalde de Madrid ya ha informado de que los permisos y licencias de la obra donde se ha producido el último accidente fatal estaban orden, y será la investigación la que determine si el siniestro se pudo evitar.