Aluvión de peticiones de datos a la banca para comprobar su salud
Las entidades abren sus cuentas a analistas y supervisores para tranquilizarles sobre su liquidez, solvencia y los polémicos CoCos
La nueva crisis que sacude a los bancos: ¿hay riesgo de quiebras en España? ¿Están seguros mis ahorros?
Daniel Caballero y Rosalía Sánchez
Madrid
El terremoto bancario originado por la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y seguida después por el derrumbe de Credit Suisse en Europa, con su venta posterior a UBS, sigue todavía coleando. Estos días son para realizar balance de daños en ... el sector financiero... y también para comprobar de verdad si realmente el terremoto podría tener algún réplica en las próximas semanas.
Los primeros días fueron de relativa tranquilidad externa en los bancos ya que los inversores y autoridades no estaban solicitando datos masivos al sector. Las entidades sí que estaban monitorizándose entre sí, especialmente los niveles de liquidez, para anticiparse a si algún competidor pudiera estar en problemas. Aquello ha evolucionado tras la caída de Credit Suisse hasta el punto que ahora se trata de un aluvión de petición de información a los bancos desde todos los flancos.
Fuentes financieras confirman que las entidades están recibiendo cuestiones constantemente de analistas, bancos de inversión, agencias de 'rating' y supervisores como el Banco Central Europeo (BCE). Lo que reclaman son datos de liquidez, solvencia y de los polémicos bonos convertibles contingentes (CoCos) que están ahora en el ojo del huracán tras la venta de la firma suiza.
La banca, ante este escenario, está optando por abrir sus cuentas a todo el que lo necesite para hacerse una idea de cómo está cada entidad de salud. En una situación como esta de crisis de confianza, el sector es consciente de que tiene que ser transparente para evitar que haya temores innecesarios.
Así las cosas, entre los interlocutores de interés con los que se relacionan los bancos hay unos más 'importantes' que otros para las entidades. Los supervisores dan por hecho que por su labor habitual han de reclamar datos. En este escenario de desconfianza bancaria, las entidades ponen el foco en lo que puedan decir las agencias de calificación y los analistas en sus informes.
Demanda de información
Con todo, la demanda de información ha cambiado también ligeramente con el paso de los días. Primero se pedían cifras de liquidez y solvencia y ahora el foco está puesto también en los llamados CoCos.
Estos son bonos convertibles contingentes, es decir, un tipo de deuda que emiten los bancos y que sirven para engordar el 'colchón anticrisis'. La realidad es que estos bonos están en el segundo escalón de absorción de pérdidas cuando un banco está en problemas, pero también son atractivos para los inversores porque pagan un interés mayor.
El sistema de absorción de pérdidas se diseñó tras la gran crisis de 2008. Este dice que cuando un banco entra en problemas y ha de ser resuelto o adjudicado, lo primero que se consume son las reservas y las acciones, es decir, que en la primera línea de fuego ante una quiebra se lleva a cero la inversión de los accionistas. Si con eso no es suficiente, se recurre a ese segundo escalón, que consiste en convertir en acciones o amortizar los CoCos. Luego hay un tercer escalón que abarca a otro tipo de deuda del banco.
¿Por qué los analistas y agencias de 'rating' están solicitando datos sobre estos bonos? Por cómo se han utilizado en la crisis de Credit Suisse por parte de las autoridades suizas. El acuerdo para vender la entidad a UBS contemplaba un sistema de absorción de pérdidas muy diferente al europeo.
En esta operación, UBS pagará unos 3.000 millones de euros para hacerse con su rival en el país helvético. Esto quiere decir que los accionistas no verán reducida a cero su inversión. En cambio, los bonistas sí sufrirán pérdidas.
En el acuerdo de venta se establece que se llevarán a cero 16.000 millones de CoCos. Es decir, que los accionistas sí que recibirán algo de dinero pero los tenedores de este tipo de deuda verán como su inversión se reduce a cero.
Esta manera de proceder a encendido al BCE contra las autoridades suizas ya que se pone en jaque el sistema de resolución de bancos europeo. Es más, el supervisor se vio obligado a recordar en uno de sus múltiples comunicados que en la zona del euro, llegado a la situación de colapso de algún banco, se aplicará esa normativa de los tres escalones: primero asumirán pérdidas los accionistas y luego los bonistas.
El BCE interviene cuatro veces en 24 horas para intentar calmar al mercado
Daniel CaballeroLa institución exhibe su preocupación por la situación del sector financiero y transmite que la banca es «resistente», solvente y que tiene liquidez
Bajo este escenario, la capacidad de los bancos de emitir CoCos se ve mermada ante la duda razonable que puedan tener los inversores de que se sitúen estos en primera línea de fuego en caso de insolvencia de alguna entidad. Según informe ayer de Standard & Poor's, ahí está uno de los focos de esta crisis: «Desde nuestro punto de vista, un mayor enfoque en el riesgo a la baja podría aumentar el costo de capital de los bancos y hacer que la nueva emisión de AT1 (los CoCos) sea más difícil y costosa. Los inversores más nerviosos se tomarán un tiempo para revisar sus percepciones de riesgo para los bancos individuales y las estructuras de los instrumentos de deuda».
El riesgo de que ahora a los bancos les cueste más hacer estas emisiones de deuda está ahí y es un foco de preocupación para analistas y agencias de calificación. De ahí que en los dos últimos dias se haya recabado más información de las distintas entidades para saber en qué punto está cada una al respecto, porque a futuro se espera que haya que refinanciar, para pagar más, por estos bonos convertibles.
Sistema «robusto»
Más allá de ello, el mensaje del BCE es que el sistema bancario europeo es «robusto», como hizo ayer en Basilea su presidenta, Christine Lagarde, que se esforzó además en separar del foco la crisis bancaria poniendo fecha a la decisión sobre el euro digital: el próximo mes de octubre.
El jefe del departamento de supervisión bancaria del BCE, Andrea Enria, insistió también en que «el sector europeo cerró el pasado ejercicio con sólidas cifras de capital». «El capital y la liquidez de los bancos se mantuvieron sólidos y estaba muy por encima de los requisitos mínimos», dijo ante el Comité Económico y Monetario (ECON) del Parlamento Europeo en Bruselas.
Según Enria, a final del año 2022 la ratio de capital Common Equity Tier 1 (CET 1) de las entidades era del 15,3%, niveles por encima de los requisitos regulatorios. Pero aun así aprovechó la ocasión para instar a los bancos a estar atentos a su riesgo crediticio. «El primer grupo de los retos es cíclico», explicó en su informe anual: «El riesgo crediticio podría aumentar, los préstamos a empresas con negocios altamente dependientes de la energía trepar y se requiere una mayor vigilancia sobre el deterioro de la calidad crediticia».
Asimismo, estos últimos días el supervisor bancario de la zona del euro ya había insistido en varias ocasiones en que la salud de los bancos es sólida. Mucho mejor que la que tenían en la crisis de 2008.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete