El alto gasto en pensiones 'endosa' una deuda de 1.300 euros por cotizante
El desembolso efectuado por la Seguridad Social crece casi tres veces más que el ritmo de la economía española
La factura se desborda en mayo: el coste roza los 12.000 millones de euros, un 10,7% más que hace un año
De los 1.145 euros de Extremadura a los 1.680 euros del País Vasco: cuánto cobran los jubilados en España
El aumento del gasto en pensiones forzará al futuro Gobierno a tomar medidas ya en 2025
Estos son los jubilados que cobrarán más de 6.000 euros con la paga extra de junio
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá
La factura mensual de las pensiones no deja de crecer a nieves estratosféricos desde que el Gobierno aplicase a comienzos de año la mayor subida de la historia, del 8,5%. Producto de esta generosa revalorización el gasto se ha desbordado tanto que ya ... en el primer mes en el que se efectuó la subida el desembolso creció en 1.000 millones –saltando de la senda de los 10.900 millones los 11.900 millones en sólo un mes–. Ahora, casi a mediados de año este nivel ya frisa el punto porcentual de PIB. Concretamente, en el mes de mayo se destinaron 11.974,3 millones de euros, lo que supone un 10,7% más que hace un año.
De hecho, este dato sobre el avance del gasto, que también recoge el impacto del efecto de sustitución de las pensiones donde las nuevas altas son un 20% mayores de media que las prestaciones que salen del sistema, es llamativo ya que da cuenta del ritmo endiablado que ha tomado el gasto en prestaciones, y que ya no se acompasa a los principales parámetros de la economía. Sin ir más lejos, el desembolso en pensiones crece el triple de rápido que el PIB, que registra un avance del 3,8% interanual en el segundo trimestre del año.
Y tampoco el elevado esfuerzo de los cotizantes, que desde enero cargan en sus nóminas con una nueva cuota destinada a reflotar el sistema –el 0,6% del mecanismo de equidad intergeneracional– es suficiente para cubrir al menos el coste de las prestaciones contributivas, principalmente las de jubilación. Concretamente, la recaudación de las cuotas de los trabajadores avanzan a un ritmo del 9,1%. Este ritmo, de los ingresos, esun 17% inferior que el de los gastos.
Saldo por cotizante
Precisamente, de esta lectura emana el concepto de deuda en pensiones per cápita (entendido como cada trabajador) o el saldo por cotizante del déficit en pensiones. Es decir, cuánto dinero debería pagar cada trabajador español para cerrar el déficit contributivo del sistema. Según apunta el Instituto Santalucía en una aproximación al ejercicio práctico, cada uno de los más de 20 millones de afiliados a la Seguridad Social debería poner 1.300 euros de su bolsillo para acabar con este desequilibrio presupuestario.
Concretamente, el servicio de estudios de la compañías aseguradora, con los datos de cierre del pasado ejercicio, apunta que los indicadores contables sitúan el déficit contributivo de la Seguridad Social en el 1,98% del PIB frente al 2,21% de diciembre de 2021. En términos absolutos alcanza los 26.266 millones de euros (26.657 millones de euros en diciembre de 2021). Por lo que el déficit por cotizante hasta 1.306 euros (1.377 euros un año antes) mientras que El déficit por pensionista se modera hasta 2.916 euros (2.985 euros un año antes). «La mejora de estas cifras es, por tanto, muy moderada teniendo en cuenta el crecimiento económico de 2022», advierten los expertos.
«No obstante, que la alternativa podría ser una regla de revalorización que tuviera en cuenta el IPC junto a la situación económica, de tal forma que en años con crecimiento económico muy débil, sólo las pensiones mínimas o por debajo de cierto umbral se revalorizarían con el IPC, mientras que el resto se podrían revalorizar en una cuantía fija e igual al IPC aplicado sobre el umbral máximo establecido antes», señalaban los expertos en el balance sobre la pertinencia de la vinculación de las prestaciones con la inflación que se sustanció en el primera pata de la reforma de pensiones que entró en vigor en 2022 y que se aplicó por vez primera en la subida de enero de este año, con el conocido resultado del 8,5%.
«En su conjunto, esta reforma se desmarca de los procesos de reforma anteriores así como de las reformas de los sistemas de pensiones en el resto de países de la UE, en el sentido de que pone el énfasis del ajuste en la parte de ingresos en lugar de adoptar medidas que controlen el crecimiento de los gastos ante el reto del envejecimiento de la población», señalan los expertos en la última entrega del 'Pensiómetro', el análisis sobre el estado de la cuestión en lo referido a los diferentes parámetros del sistema público. Y, más concretamente, en referencia a la apuesta del Gobierno en el segundo paquete de medidas introducido de reequilibrar las cuentas del organismo a través del incremento de ingresos por cotizaciones.
Según las estimaciones de organismo como el Banco de España o Fedea, este elemento de vinculación al IPC agregará 36.000 millones de euros de gasto en prestaciones allá por 2050, el equivalente a 2,5 puntos porcentuales del PIB. Ello, llevaría según la Airef a alcanzar un desembolso a mediados de siglo del 16,3% del PIB, cuando la última nómina publicada en el día de ayer sitúa el actual esfuerzo en los 11,7 puntos porcentuales del PIB.
Asegura José Ignacio Conde Ruiz, presidente del Foro de Expertos del Instituto Santalucía que «las reformas no están teniendo en cuenta que las nuevas pensiones que se incorporan al sistema están entrando con un déficit actuarial creciente, ya que el grueso de los trabajadores, dada la duración observada de las carreras de cotización, no aporta lo suficiente como para financiar su pensión esperada, teniendo en cuenta los niveles actuales de esperanza de vida tras la jubilación, que sigue en aumento».
De hecho, un elemento que ya descuentan todos los expertos es la necesidad de abordar nuevas medidas, probablemente insistiendo sobre el aumento de ingresos por cotizaciones vía mecanismo de equidad intergeneracional, una vez la Airef realice la primera evaluación sobre las previsiones de gasto en 2025.