Un 15% del alquiler convencional se pasa al temporal para evitar la limitación de rentas

Es la estimación que hacen diversas fuentes del sector consultadas por este diario, que alertan de que el intento de reducir el disparado precio de los alquileres por la vía de limitar las rentas acabará generando el efecto contrario, como se comprobó durante la vigencia de la ley catalana de Vivienda entre septiembre de 2020 y marzo de 2022, cuando fue tumbada por el Tribunal Constitucional.

Según explica Emiliano Bermúdez, subdirector general de Don Piso, ya hace tiempo que están detectando un trasvase de la oferta del alquiler a la venta, a lo que ahora se se añade, dentro del primer capítulo, un cambio del alquiler convencional al de temporada, que sería de entre el diez y el 15%. «Y eso que se trata de un proceso incipiente», apunta Bermúdez, que señala este mutación como una de las consecuencias de una ley sobre la que todo el mundo coincide que no va a lograr sus objetivos, todo lo contrario. «Intervenir sobre los precios no es eficaz», apunta Bermúdez, apoyándose por ejemplo en los estudios elaborados por el IESE o la Universidad Pompeu Fabra (UPF) analizando la experiencia de la ley catalana, que constatan un aumento de los precios finales precisamente por la disminución de la oferta. «La única manera es que haya más pisos en el mercado», añade.

La estimación que se hace desde Don Piso es coherente con la previsión que apuntan Tecnocasa y la UPF, que en otro estudio, presentado esta semana, apuntaban que 108.500 pisos (el 11,7% de los alquilados en España) podrían salir de este mercado. Los principales motivos alegados, la inseguridad jurídica (66,3%) y la limitación de rentas (22%). El trabajo apunta que un 7,7% de los propietarios optan por vender la vivienda, sin descartar la opción del alquiler de temporada, una posibilidad con más posibilidades en ciudades como Madrid y Barcelona, con importantes volúmenes de población flotante.

Al respecto, Emiliano Bermúdez, señala que la decisión de muchos propietarios de pasarse al alquiler temporal se da más por la situación de incertidumbre que existe ahora que por la limitación de rentas, en tanto que la rentabilidad de las viviendas en alquiler temporal, descontados los periodos en los que está vacía, no es mucho más elevada que las de alquiler convencional. «Se trata más bien de optar por una situación transitoria mientras se clarifica la situación», añade Bermúdez con respecto a un hipotético cambio de Ejecutivo tras el 23J. «Lo vemos más bien como un refugio a la espera de lo que pueda suceder», apunta el subdirector de Don Piso.

Atenta a este movimiento, la Generalitat de Cataluña ya ha anunciado que pretende aprobar una ley para regular los alquileres cortos para poder así limitar sus rentas, en tanto que la nueva ley sólo lo permite con los largos, una limitación muy criticada por el anterior Ayuntamiento de Barcelona presidido por Ada Colau. En una comparecencia en el Parlamento catalán, la nueva consejera de Territorio, Esther Capella, dejó claro que no permitirá «la utilización de los alquileres de temporada como forma de burlar y eludir» la limitación de rentas.

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Al respecto, Iñaki Unsain, director general de ACV Gestión Inmobiliaria, lamenta que si sale adelante esta propuesta «van a terminar con la oferta», y añade, en coherencia con lo que ya se detecta, que «los propietarios de viviendas van a sacar del mercado sus pisos y los inversores se marcharán a aquellas comunidades en las que no existan estas limitaciones».

Ciertamente, el sector inmobiliario en Cataluña está en estado de alerta. Parece que quieren ser «los primeros de la clase en algo que es un dispararte», se explica desde Don Piso respecto al paso dado por el Govern de someter a información pública la lista de 140 municipios catalanes (el 80% de la población), como paso previo a su declaración por parte del Gobierno como zonas tensionadas, es decir, donde se podrán fijar un tope de precios. «Volvemos a tener una España a dos velocidades. En unas regiones se aplicará la limitación de rentas, en otras no», se lamenta desde el sector, expectante, a la vez, sobre lo que sucederá tras las elecciones de julio.