Alemania vuelve a rebajar su previsión de crecimiento
La economía alemana permanecerá estancada todo 2024
Scholz llama a la «producción masiva» de armas en Europa
Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesiónEl gobierno de Berlín se dispone a reducir significativamente sus previsiones de crecimiento de la economía alemana para este año, según fuentes internas. El borrador del nuevo informe económico anual, que se publicará la próxima semana, sólo prevé ya un aumento del PIB del 0,2% ... , ha adelantado Reuters, desde el 1,3% que se esperaba en octubre.
La desaceleración, por tanto, golpea la economía alemana, en un contexto en el que el entorno internacional no estimula el crecimiento y numerosas crisis alimentaban la incertidumbre, además de la alta inflación y los tipos de interés altos, pero el principal motivo de la rebaja de previsiones es la consolidación presupuestaria.
Una sentencia del Tribunal Constitucional de diciembre ha obligado a rehacer los presupuestos generales para 2024 con considerables recortes. A corto plazo, la economía alemana tiene un pie en recesión. Se contrajo un 0,3% en el cuarto trimestre de 2023 y otra caída en el primer trimestre actual inauguraría la recesión técnica.
El Bundesbank espera «en el mejor de los casos» un estancamiento de enero a marzo y constatan la fuga de inversiones, fundamentalmente en dirección a Asia. Un informe del Instituto de Economía Alemana (IW), orientado a los empleadores y basado en cifras del Bundesbank, desvela que la inversión directa alemana en China ha aumentado a un nivel récord, a pesar de los llamamientos a una mayor diversificación. Las inversiones alemanas en China crecieron más de un 4% en 2023, totalizando 11.900 millones de euros y situándose en el 10,3% del total. «Este es un nuevo máximo, después de los valores ya altos de los dos años anteriores», ha explicado el experto del IW Jürgen Matthes.
Solo de 2021 a 2023, las empresas alemanas habrían invertido tanto en China como entre 2015 y 2020. Desde instancias estatales se lucha por revertir esa tendencia. Volkswagen, por ejemplo, ha accedido a reconsiderar la localización de su planta en Xingjiang, en el oeste de China, debido a las intensas presiones recibidas. Después de que la empresa química BASF anunciara su retirada de la misma región china, representantes de los partidos SPD, Los Verdes y FDP, los miembros de la coalición semáforo de Olaf Scholz, han pedido públicamente a Volkswagen que haga lo mismo. Pero para las empresas resulta insoportable la presión legislativa y burocrática de Alemania, que se suman a la presión fiscal, y se ven obligadas a menudo a optar por la mudanza.
Uno de los más recientes y dolorosos casos ha sido el de Miele, la popular marca de electrodomésticos, que ha anunciado su traslado a Polonia, donde la mayor parte de la energía se genera a partir de sucias centrales eléctricas alimentadas con carbón, que suministran más del 60% de la energía producida el año pasado en el país. El vecino del este se está convirtiendo también en un importante receptor de empresas rebotadas en Alemania. El proveedor francés de automóviles Valeo planea dejar de producir motores eléctricos en Bad Neustadt an der Saale, Franconia, a mediados de 2024, para trasladarse a Polonia.
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El proveedor de automóviles IFA, con unos 900 empleados, también está considerando llevarse la producción de Haldensleben a Polonia. El fabricante de audífonos Bernafon ya tiene decidida la mudanza de Berlín a Stettin y la empresa TE Connectivity, que produce, entre otras cosas, conectores para automóviles en el distrito de Straubing-Bogen, eliminará 170 puestos de trabajo allí para establecer su producción en territorio polaco.
Volkswagen producirá el Golf en Polonia
VW, Mercedes e Ikea tienen planes parecidos: VW ha anunciado que ya no fabricará el Golf con motor de combustión en Wolfsburgo, sino en Polonia. Mercedes está construyendo allí una fábrica de furgonetas eléctricas, en Jawor, y los suecos de Ikea ya fabrican la mayoría de sus muebles de madera en Polonia.
Con el objetivo de frenar este movimiento, el ministro de Finanzas Christian Lindner tiene un proyecto de reforma del impuesto de sociedades al que por el momento se oponen el canciller Scholz y su Partido Socialdemócrata. El ministro de la Cancillería, Wolfgang Schmidt, resta importancia a la situación y subraya la economía no está en recesión en absoluto. «Vamos a ver un crecimiento este año», ha dicho, confiando en los niveles de inversión por parte del gobierno federal.
Además de los 58.000 millones de euros del presupuesto, 49.000 millones de euros provendrían del llamado Fondo de Clima y Transformación (KTF). También presume de que «el mercado laboral es muy estable y los salarios reales también van a subir, lo que conduce a un mayor poder adquisitivo«.
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