Air Europa acepta como socio a Turkish Airlines por 300 millones de euros

Según lo acordado, Turkish abonará 275 millones de euros en forma de préstamo a Air Europa hasta que la oferta reciba luz verde de los organismos competentes que tienen que validar la operación, informa EFE, que asegura que la aerolínea otomana destinará otros 25 millones de euros a la compra de acciones.

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Daniel Caballero

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El acuerdo tendrá que ser validado primero por Bruselas y luego por la SEPI además de por el escudo antiopas del Gobierno al tratarse de una compañía extracomunitaria que quiere comprar más del 10% de una firma española, lo que podría demorar la entrada definitiva de Turkish hasta el comienzo del año próximo.

Por el momento, el Gobierno no se ha pronunciado sobre su visión de la oferta turca, a pesar de que conoce desde hace casi dos semanas la intención de Turkish de entrar en la compañía. Si la termina validando, Air Europa dará entrada a la aerolínea controlada al 49% por el Gobierno de Erdogan a través de una ampliación de capital. Con ese dinero la idea de la familia Hidalgo es la de devolver buena parte del préstamo de 475 millones de euros que la SEPI le dio en pandemia y que vence en noviembre de 2026. El resto del dinero a reintegrar, según aseguró a EFE el mismo presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, saldrá de la propia caja del grupo.

Tanto para Air Europa como para el Ejecutivo de Pedro Sánchez se trata de una operación crucial que libraría a ambos de muchos dolores de cabeza. La entrada de Turkish Airlines en la aerolínea balear permitiría a la misma quitarse el lastre financiero del Estado, tras culminar este año la devolución de 141 millones a la banca del préstamo que le avaló el ICO también en pandemia. Del otro lado, el Gobierno también conseguiría recuperar el dinero del mayor de los rescates concedidos con el Fondo de Apoyo a la Solvencia para Empresas Estratégicas (Fasee) que gestiona la SEPI, y de paso daría por zanjada una polémica ayuda que todavía en 2025 sigue en el candelero por las voces que apuntan a que La Moncloa dio trato de favor a la aerolínea para acelerar su rescate.

Lo que no podrá esquivar el Gobierno es que la operación pase por el escudo antiopas, y este podría ser un punto peliagudo. El Consejo de Ministros ya tumbó ahora hace un año la opa del grupo húngaro Magyar Vagon por Talgo por unos supuestos lazos con Rusia, según el informe que el CNI puso a disposición de la Junta de Inversiones Extranjeras (responsable del escudo antiopas) para el análisis de la operación.

La Moncloa entendió que la participación del gobierno de Viktor Orbán en la operación (a través del fondo estatal del país Corvinus), quien mantiene amistad con el presidente ruso Vladimir Putin, era argumento suficiente para tumbar la opa, pero ahora se encuentra con otra oferta de una empresa participada por el Gobierno turco de Erdogan quien también mantiene una estrecha amistad con el líder del Kremlin. De hecho, como ya contó este periódico, la aerolínea de bandera turca tiene a Rusia (país con fuertes sanciones impuestas por la UE tras la invasión a Ucrania en 2022) como uno de sus principales mercados y el año pasado ofreció un total de 70 frecuencias semanales a Moscú, San Petersburgo y Kazán.

La Junta de Inversiones Extranjeras podría tener paralizada la operación durante, al menos, 90 días que es el tiempo que tiene en principio para dar una contestación, pero ese periodo puede extenderse por varios meses más si solicita más información al ofertante.

Con todo, la oferta llega tras intensos meses de búsqueday negociaciones (lideradas por el ex consejero delegado de Globalia Javier Hidalgo con la asesoría de PJT Partners) con grandes grupos de la aeronáutica comercial como Air France-KLM y Lufthansa, que declinaron definitivamente en las últimas semanas su entrada en la aerolínea balear.

Ahora, Air Europa podría añadir como socio a uno de los mayores grupos de aerolíneas a nivel mundial. Dentro de los objetivos que Turkish dice tener con su entrada en la compañía española están la complementariedad de la red global de Turkish Airlines y la sólida presencia de Air Europa en la Península Ibérica y Latinoamérica, tanto en el segmento de pasajeros como en el de carga, «lo que permite un crecimiento acelerado y una gran escala en el mercado latinoamericano», apuntó hace dos semanas en un comunicado donde admitía el lanzamiento de la oferta.

Asimismo el gigante turco de la aviación señaló al «potencial de generar un efecto multiplicador para nuestro ecosistema de aviación, incluyendo filiales y empresas conjuntas, mediante nuevas fuentes de ingresos y una mayor diversidad operativa regional».

En el capital de la compañía seguirá acompañando el dueño de Iberia, IAG, quien no se ha deshecho de su posición a pesar del rechazo de Bruselas a la adquisición de Air Europa. A finales del año pasado acudió a la ampliación de capital de la aerolínea balear de 80 millones aportando 16 millones para no ver diluida su participación del 20%. La inyección de liquidez sirvió para equilibrar el balance de la compañía ante el riesgo de caer en preconcurso de acreedores.