La CNMV suspende la cotización de Duro Felguera tras exigirle la argelina Sonelgaz una indemnización de 413 millones
El organismo regulador asegura haber tomado la decisión porque está a la espera de que se difunda «una información relevante sobre la empresa»
La sociedad argelina ha presentado una solicitud de arbitraje en la que pide levantar la suspensión del contrato y reanudar los trabajos
El pasado 8 de noviembre, el consejero delegado, Jaime Argüelles, dimitía de una firma que no ha logrado equilibrar sus cuentas a pesar del rescate recibido en 2021
El consejero delegado de Duro Felguera dimite y ahonda la crisis del grupo
Duro Felguera fue rescatada en 2021
La compañía de ingeniería asturiana Duro Felguera no levanta cabeza. Si el pasado 8 de noviembre su consejero delegado anunciaba su dimisión en un contexto de cuentas que no cuadran y litigios abiertos en varios países, hoy saltaban dos noticias que arrojan un panorama ... complicado para la empresa.
A primera hora de la mañana se conocía que la argelina Sonelgaz le exige 413 millones de euros por la suspensión del contrato que tenía firmado para la construcción de la central térmica de ciclo combinado de Djelfa (Argelia), cosa que provocó una caída del 8% en Bolsa al arranque de la mañana y, pocas horas después, la suspensión de su cotización por parte de la CNMV.
La retirada de una empresa del parqué es una medida excepcional. En este caso, el organismo regulador ha explicado que la ha tomado porque está a la espera de que se difunda «una información relevante sobre la firma», una que sin duda tendrá que ver con el anuncio de la apertura de un litigo en Argelia.
La suspensión del contrato en ese país por parte de Duro Felguera se produjo en junio, según explicó la empresa asturiana entonces, «por causas no imputables a Duro Felguera y tras múltiples intentos de solución»
Tras meses de espera, finalmente Sonelgaz ha presentado una solicitud de arbitraje ante la Cámara de Comercio e Industria de Argelia en la que pide levantar la suspensión del contrato y reanudar los trabajos, además de la citada indemnización. Y con ello ha empezado el nerviosismo entre los inversores esta mañana.
De nada ha servido que la empresa asturiana avanzara que presentará un escrito de oposición antes del 10 de diciembre y rechazará la reclamación al entender que la suspensión del contrato «es conforme a Derecho por los incumplimientos en los que ha incurrido Sonelgaz», además de pedir una indemnización por los por los daños y perjuicios ocasionados.
Como ya se ha explicado, era la última de muchas malas noticias para una sociedad cuya estabilidad financiera está en entredicho. El pasado 8 de noviembre era noticia por la salida de su consejero delegado, Jaime Argüelles, una dimisión que seguía a la del director económico financiero del grupo, Raúl Sánchez, dos semanas antes.
Avales públicos e inyecciones de capital
A nadie escapa que esta reestructuración de la cúpula fue consecuencia de los malos resultados presentados en el primer semestre de 2024, que arrojaron unas pérdidas de 26,3 millones de euros y demostraron a las claras el fracaso de la operación de rescate arrancada en 2021.
En abril de ese año, y en el contexto de la Pandemia, la empresa materializó un rescate que ya se venía gestando desde 2020 y que consistió en un primer desembolso de 40 millones de euros en abril y una segunda línea de avales de 80 millones cerrada a finales de ese año, con una aportación total de 120 millones por parte del Estado.
Dos años más tarde, los inversores mexicanos Grupo Prodi y Mota-Engil, que actualmente poseen el 54,66% de la empresa, acordaron préstamos por valor de 90 millones de euros para inyectar liquidez en la compañía e impulsar su plan de negocio.
A pesar del capital inyectado, Duro Felguera llegó al primer semestre de 2024 del mismo modo que cerró 2023, en números rojos, y obligada a revisar el calendario de devolución del rescate a la SEPI. Y ahora, la demanda en Argelia, que se suma a las que la compañía ya tiene abiertas en España, Venezuela y Dubai; llueve sobre mojado.