Las aerolíneas prevén que 2023 sea el mejor año de su historia pese al caos geopolítico
Las compañías tienen 127 millones de asientos en venta para este invierno
El Parlamento Europeo pide revisar la norma que permite a las aerolíneas cobrar por el equipaje de mano

Las aerolíneas vuelven a tener un horizonte lleno de claros y con pocas turbulencias. 2023 se ha confirmado como el año de la recuperación, una vez superada la pandemia y a pesar de la coyuntura inflacionista, las ventas de las compañías del sector vuelven a alinearse con las de 2019, el que fue su año récord en tráfico y pasajeros. Lo auguraba este martes la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que reúne a gigantes como Iberia, Vueling, Air Europa y Ryanair. La patronal celebra que las operaciones ya superan las cifras precovid a estas alturas del año (+1,3% vs 2019 hasta septiembre) y que para el invierno hay programados un 12,8% más de asientos respecto a los pasajeros que finalmente volaron en la temporada de invierno 2018/2019. «La renta de los hogares está afectada por la inflación y aún asi estamos con cifras récord; ha habido una repriorización y viajar se ha convertido en algo fundamental para las familias», ha recalcado este martes el presidente de ALA, Javier Gándara.
Como prueba de ello, las cifras conseguidas durante la temporada de verano. Entre abril y septiembre, el tráfico aéreo en España ha rebasado en un 1,3% al de la última época estival antes de la pandemia. Y esa continuidad esperan tenerla entre octubre y marzo con los 127 millones de asientos programados. En destinos como Canarias y Andalucía, las previsiones son sin precedentes: tienen un 24,1% y un 20,4% más de billetes en venta que hace cuatro años.
Sin embargo, el sector califica el optimismo de «moderado». Las incertidumbres geopolíticas por la guerra entre Israel y Hamás podrían elevar el precio del combustible, «ya muy tensionado». Pero más allá del queroseno, las aerolíneas restan importancia al impacto que tendrá en sus cuentas porque las rutas entre España e Israel representan el 0,2% del tráfico aéreo de nuestro país. Lo que sí visualizan como riesgo es el impacto que pueda tener sobre los viajes a sus países vecinos «como ocurrió durante la primavera árabe», ha apuntado Gándara.
En clave de incertidumbre, las compañías aéreas también señalan los obstáculos derivados de la tendencia inflacionista, la evolución alcista de los tipos de interés y la guerra en Ucrania, «factores que pueden condicionar la demanda».
También acechan dificultades que tienen que ver con su operativa directa. La próxima semana se movilizarán casi 3.000 empleados del 'handling' de Iberia tras la debacle de la compañía (pierde ocho aeropuertos, entre ellos El Prat) en la licitación de estos servicios por parte de Aena. Los trabajadores temen que sus condiciones se vean desmejoradas por el cambio de empleador, que en muchos casos serán multinacionales extranjeras. Un trasvase que puede derivar en más protestas. Por el momento desde ALA no temen esa posibilidad. «El convenio colectivo refleja cuáles son las obligaciones de subrogación, por lo cual esperamos que no se dé una situación de conflicto en los aeropuertos españoles», ha señalado el presidente de la patronal.
Equipaje de mano gratuito
En las últimas semanas, las aerolíneas también han estado en el foco por la petición a nivel europeo de eliminar el cobro por el equipaje de mano. Para las empresas del sector se trata de una norma que iría en contra de los pasajeros, ya que entienden que los usuarios que viajan sin maleta acabarían pagando más. «Lo apropiado es que cada uno escoja los servicios que precise y pague por ellos», ha explicado el líder de la asociación aérea, a la vez que ha remarcado que el pago por maleta ha servido de medida para mitigar los retrasos.
Las aerolíneas también han aprovechado la presentación de previsiones para pedir al próximo Gobierno que aporte facilidades para convertir a España en un referente del combustible sostenible de aviación (SAF), el carburante que ahora mismo se presenta como alternativa al queroseno tradicional. «El SAF no es sólo una oportunidad para descarbonizar el sector aéreo, es una oportunidad para el país», ha afirmado Gándara.
Un estudio de PwC comisionado por Iberia y Vueling, señala que si en España se desarrollasen las entre 30 y 40 plantas de SAF que se necesitan para cubrir las necesidades de la aviación, se generarían 56.000 millones de euros de PIB y 270 000 nuevos puestos de trabajo. «Mientras que un impuesto al combustible, además de no descarbonizar, provocaría la pérdida de 4,5 millones de turistas internacionales, además de 169.000 empleos y casi 10.000 millones de euros del PIB en 2030», ha apostillado el presidente de ALA.
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