La adhesión de España a la CEE, un impulso a la internacionalización y el desarrollo económico
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12 de junio de 1985. España firma el Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea de la que empezó a formar parte el 1 de enero de 1986. Su integración en Europa supuso un impulso al desarrollo económico del país, muy beneficiado por los fondos comunitarios
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Iniciar sesiónEl Rey presidió ayer, en el salón de columnas del Palacio Real de Madrid, el acto de la firma del Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE). No estuvieron presentes el presidente de la República francesa, la primera ministra británica y el canciller ... alemán. Por parte española firmaron el Tratado y las actas el presidente del Gobierno, el ministro de Asuntos Exteriores, el secretario de Estado para las Relaciones con la CEE y el embajador ante ésta. La ceremonia se inició con unas palabras de Su Majestad el Rey, en las que dio la bienvenida a las autoridades asistentes.
En un breve discurso, y refiriéndose a los mandatarios europeos, el Rey indicó que «encarnáis lo que el pueblo español entiende por Europa: los principios de libertad, igualdad, pluralismo y justicia, que también presiden la Constitución Española. El pueblo español os recibe satisfecho y consciente de la alta significación que este acto encierra». Posteriormente, intervino el presidente del Consejo Europeo durante este semestre y a la vez primer ministro de Italia, Bettino Craxi. Y, a continuación, pronunció unas breves palabras el presidente del Consejo de Ministros de la CEE y ministro de Asuntos Exteriores italiano, Giulio Andreotti. Este último indicó que «para España, la entrada en la Comunidad constituye una nueva ocasión para que ejerza, de manera plena, el papel que en el concierto de las naciones europeas le asignan sus tradiciones y sus potencialidades».
Poco después se dirigió a todos los asistentes el presidente de la Comisión Europea, el francés Jacques Delors, quien indicó que «es reconfortante para nosotros, a veces sumergidos en las vicisitudes de lo cotidiano, el saber que esta voluntad de elección surge de todas las fuerzas de España, de ver el Gobierno mirar hacia el porvenir y rehusar pararse ante los obstáculos circunstanciales».
Los miembros de la Delegación italiana fueron los primeros en acudir a la mesa donde se encontraban situados los documentos. Después firmaron los representantes de los otros países miembros de la Comunidad con el siguiente orden: Gran Ducado de Luxemburgo, Reino de los Países Bajos, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Reino de Bélgica, Reino de Dinamarca, República Federal de Alemania, República Helénica, República Francesa, Irlanda y Portugal. En último lugar se acercaron hasta la mesa donde se encontraban los documentos antes citados los miembros de la delegación española, que estaba compuesta por el presidente del Gobierno, Felipe González; el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán; el secretario de Estado, Manuel Marín, y el embajador ante las Comunidades Europeas, Gabriel Ferrán.
El acto de la firma del Tratado finalizó con la intervención del presidente del Gobierno español, Felipe González, quien señaló que «ni la coacción ni la violencia impedirá que sigamos colaborando con Europa». Con estas palabras, añadidas a última hora fuera del discurso oficial, el presidente del Gobierno, Felipe González, destacó ante los miembros de las delegaciones europeas que estuvieron presentes en Madrid la necesidad de conseguir una unión contra el terrorismo. También señaló que «es toda una nación la que recupera el pleno sentido de su historia, al conjugar el legado del pasado y su evidencia de ser Europa con la realidad presente de estar en las instituciones europeas, primero en el Consejo de Europa y ahora en la Comunidad».
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