Abriendo caminos hacia la madurez industrial de los combustibles sintéticos

Por ahora comercializan biocombustibles avanzados o diésel 100% renovable, tanto en España como en Portugal. Pero entre sus próximos proyectos está la construcción, para que esté operativa en el segundo semestre de 2025, de una de las mayores plantas de demostración del mundo de combustibles sintéticos en Bilbao, que va a suponer una inversión inicial de más de 100 millones de euros. «Un combustible sintético es un tipo de combustible para transporte que se fabrica a partir de CO2 capturado e hidrógeno renovable como únicas materias primas», resaltan fuentes de la compañía. «La combinación de CO2 e hidrógeno renovable da lugar al combustible sintético que al igual que los biocombustibles pueden utilizarse ya en los automóviles, aviones, camiones y barcos actuales», puntualizan. Por eso recuerdan que los combustibles sintéticos serán una solución complementaria a la descarbonización del transporte, a medio-largo plazo, una vez que su producción alcance la escala industrial y por tanto, la fase comercial.

La planta de Bilbao es un proyecto tecnológico que «necesita de una etapa de desarrollo, siempre que haya un marco regulatorio estable y previsible, para convertirse en una solución a escala industrial», precisan desde Repsol. Por ahora, los trabajos sobre e-fuel se están desarrollando en una planta piloto, dentro de Repsol Technology Lab, donde «podemos reproducir todo. Se realizan todo tipo de pruebas», cuenta Juan Pablo Pozo, gerente industrial de Repsol. Es una más de las 35 plantas pilotos que se encuentra en este gran laboratorio (en el que trabajan 250 científicos), todas ellas automatizadas las 24 horas los 7 días de la semana y que están permitiendo «acompañar el proceso de transformación de la compañía para lograr la descarbonización en 2050», matiza Pozo. Resalta que uno de los puntos que más se acompaña es el análisis de las materias primas, ya que «tienen contaminantes que antes no había y pueden traer problemas a los catalizadores».

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A. P.

No requerirá realizar modificaciones en los motores, ya que será equivalente a la gasolina sin plomo en términos de funcionamiento

Para la planta de Bilbao la compañía cuenta con socios como Petronor y Aramco, la mayor compañía energética del mundo, para abordar este reto. La planta demo estará lista a lo largo del año 2025 y producirá 50 barriles día, unos 8.000 litros al día de combustibles sintéticos en su primera fase. Posteriormente, se espera llegar a una producción máxima de 2.100 toneladas anuales que proporcionará combustibles sostenibles a coches, camiones, barcos o aviones sin necesidad de realizar modificaciones en los motores.

Según indica la compañía, el proyecto muestra un avance significativo en la fase de ingeniería, lo que permitirá iniciar próximamente la fase de construcción que se prolongará durante los dos próximos años. Para alimentar la planta, se utilizará CO2 capturado por Petronor y se instalará un electrolizador de 10 MW que utilizará energía renovable para producir el hidrógeno. Esta instalación, promovida también por el EVE y Enagás, es uno de los proyectos recogidos en el Corredor Vasco del Hidrógeno.

Durante la presentación del proyecto el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, resaltó que permitirá a la empresa «probar las tecnologías implicadas, que se usarán juntas por primera vez en el mundo aquí, en Bilbao».