Zapatero adula a China tras el desliz de las cajas: «Siempre cumplen su palabra»
El G-20 acuerda un mecanismo para vigilar y cuantificar el riesgo de nuevas crisis
GABRIEL SANZ / PEDRO RODRÍGUEZ
HAINAN (CHINA) / WASHINGTON
José Luis Rodríguez Zapatero quiso zanjar ayer la indiscreción del Ejecutivo con respecto a la inversión china en las cajas con un rosario de palabras amables. El Ejecutivo aseguró que el tiempo demostrará que este país participará en la recapitalización de estas ... entidades porque «las palabras del Gobierno de China siempre se traducen en hechos». El presidente del Ejecutivo sabía que en la rueda de prensa final de su cuarta visita al país iba a ser preguntado sobre el inoportuno anuncio de inversión de 9.000 millones que motivó el desmentido tajante del fondo soberano chino y obligó a La Moncloa a retractarse. Así, se llevó un argumentario cuyo corolario fue: «lo que cuenta son los datos, los hechos y no las palabras».
El presidente recordó que China se había comprometido a comprar deuda española y en el bienio 2009-2011 ha pasado de poseer 6.000 a 25.000 millones, el 12,5% del total de deuda del Reino de España. Y que España ha pasado de exportar a China en 2004 tan sólo 150 millones de euros, lo mismo que a Andorra, hasta los 1.550 actuales. «Detrás de eso hay un esfuerzo político, diplomático y de viajes notable», insistió.
«China dijo que que se comprometía en la compra de deuda y lo hizo; China ha dicho que se compromete con el sistema financiero español y, cuando termine el proceso, ya haremos la valoración», advirtió el jefe del Gobierno. También ayer se conoció que el gigante asiático creció un 9,7% en el primer trimestre del año, aunque el índice de precios subió un 5,4% en marzo.
Por su parte, los titulares de Finanzas y Economía del Grupo de los Veinte, reunidos ayer en Washington al hilo de la cumbre de primavera del FMI y del Banco Mundial, se pusieron de acuerdo en un mecanismo para medir la salud financiera de sus miembros, con el objetivo de detectar a tiempo riesgos desencadenantes de nuevas crisis. El compromiso incluye una serie de parámetros comunes para cuantificar riesgos en tres frentes principales: deuda pública y déficit fiscal, ahorro e inversión y los intercambios comerciales.
Con esta herramienta preventiva, el G-20 espera descubrir a tiempos riesgos sistémicos y formular con ayuda del FMI los debidos remedios para los países en situaciones peligrosas. De acuerdo al compromiso alcanzado en Washington, se utilizarán una serie de valores de referencia a partir de las estadísticas acumuladas entre los años 1990 y el 2004, periodo anterior del estallido de la crisis con epicentro en las hipotecas-basura de EE.UU.
Según el calendario y la agenda compartida por el G-20, durante este año también se concretará un plan de acción con «medidas preventivas y correctivas» para conseguir alcanzar niveles de crecimiento sostenibles.
La cita ministerial del Grupo de los Veinte en Washington también anunció la intención de trabajar en el control de los flujos de capitales. Según el comunicado final: «A fin de fortalecer el sistema monetario internacional, acordamos centrar nuestros trabajos —a corto plazo— sobre: el seguimiento de la evolución de la liquidez mundial; el análisis por países de los factores de acumulación de reservas; el fortalecimiento de la coordinación para prevenir los movimientos desordenados y las persistentes diferencias en las tasas de cambio».
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