Unicaja y Caja España-Duero aprueban su fusión con ayudas de 850 millones
Las dos entidades recibirán dinero público del FROB, que tendrán que devolver al 8% en ocho años
MARÍA JESÚS PÉREZ
Se acabó la larga espera. Y se aleja el fantasma de la intervención. Al menos, en esta operación. Nueve meses han tardado en llegar a un acuerdo satisfactorio para todos. Pero lo han conseguido. Ha sido uno de los procesos de fusión más largos de ... la historia del sector financiero español. Y el que más ha costado. Economía y Banco de España pueden respirar, por fin, tranquilos. Unicaja y Caja España-Duero ya son uno. Ayer viernes, sus consejos de administración aprobaron el nuevo plan económico-financiero de integración, tal y como adelantó ABC un día antes . Y en los términos explicados.
Eso sí, David se ha comido a Goliat. Unicaja, la entidad líder de la operación, pero la más pequeña (con cerca de 35.000 millones de euros en balance), absorbe a Caja España-Duero (con unos activos de casi 46.000 millones). Todo gracias a unas cuentas más saneadas. Braulio Medel , presidente de Unicaja, asumirá igualmente la presidencia de la nueva entidad.
El nuevo plan concreta la definición de la estructura de la fusión, que se realizará mediante el traspaso de todo el negocio y depósitos de clientes a Unicaja Banco, bajo cuya garantía quedarán los mismos. Banco Ceiss (el banco fruto de la unión de Caja España-Duero) ostentará la propiedad del 30% de Unicaja Banco.
Ayudas a ambas entidades
Ayudas habrá para las dos entidades. Y de forma separada. Algo inédito en los procesos de fusión de las entidades financieras españolas. Caja España-Duero, que ya contaba con 525 millones en participaciones preferentes concedidos por el FROB1 (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), recibirá otros 475 millones adicionales de ayuda pública en obligaciones convertibles (los famosos «cocos») a suscribir por el FROB3, a un 8% de interés y con un plazo de devolución de ocho años. Si no los paga, la aportación se convertirá en acciones que pasarán a manos del Estado, nacionalizándose parcialmente así la entidad.
Las ayudas, por tanto, serán del Estado —algo que se había descartado por parte del Gobierno—, ya que no vendrán del Fondo de Garantías de Depósitos (FGD) —con aportaciones del sector— sino del FROB . Ahora bien, fuentes financieras aclaran que Caja España-Duero tendrá que devolver la cantidad inyectada a precios de mercado, con un interés de entre el 8% y el 10%, por lo que técnicamente no sería ayuda pública. De hecho, esos 475 millones de euros computarán como incremento de la deuda pública, no como déficit.
Con estos mil millones —al sumar las ayudas de 525 y 475 millones— la entidad castellano y leonesa podrá sanear sus activos dañados en balance, y los traspasará, con el resto de activos saneados, al banco de Unicaja. A cambio, recibirá el 30% de las acciones del banco de Unicaja. Con esta operación, la entidad que preside ahora Braulio Medel no se hace cargo de las cuentas del banco de Caja España-Duero, ya que esta especie de «banco malo» no se integrará ni consolidará en las cuentas de Unicaja.
Mientras, Unicaja Banco tendrá una línea de disponibilidad de obligaciones convertibles desde 375 millones de euros, hasta un límite de 1.025 millones, una «suerte» de EPA (Esquema de Protección de Activos), como pedía Medel al Banco de España, al considerar que, con la nueva normativa, podría encontrarse con más activos dañados que sanear una vez hecha la operación.
El grupo resultante sumará activos totales aproximados de 80.000 millones y un volumen de negocio bancario de 120.000 millones.
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