Sindicatos y CEOE destierran la receta alemana de ligar sueldo y productividad
España se separa de la corriente mayoritaria en Europa: la reforma de la negociación colectiva mantendrá el vinculo de salarios e IPC
S. ALCELAY
Es el camino más corto para resucitar la anémica competitividad, sostiene la canciller alemana; es necesaria para contener los precios, afirmó ayer mismo Bruselas en un nuevo intento de que países como España, con tensiones inflacionistas acechando la economía, avance hacia una medida que en ... otros, como Alemania, se aplica con éxito desde siempre.
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Pero no parece que este «modus operandi» vaya a extrapolarse al mercado de trabajo español, teniendo en cuenta que la indexación de los sueldos a la productividad no es una materia que los agentes sociales estén negociando en la reforma de la negociación colectiva, entre otras cosas, por la imposibilidad de ponerse de acuerdo. En su contra también está que no es una medida que defienda el Gobierno, al menos, Trabajo.
«Lo que propone Alemania está ya en nuestro sistema salarial», dice Rodríguez
La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, defendió ayer, antes de participar en el Consejo de Ministros de Empleo de la UE, que vincular la subida de salarios a la inflación es «esencial» para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y «dinamizar el consumo». Y reclamó, además, que se respete la negociación entre patronal y sindicatos como instrumento para fijar los salarios.
«Lo que propone Alemania está ya en nuestro sistema salarial», sostuvo Rodríguez tras subrayar que «en España hay moderación salarial» después de que patronal y sindicatos alcanzaran un acuerdo en 2009 para limitar las subidas a una horquilla de entre el 1% y el 2% en 2011. Omitió decir la responsable de Empleo que los sueldos subieron un 4% en España en 2009, el peor año de la crisis.
Cláusulas de revisión
La propuesta sobre las subidas salariales que ayer realizaron los Veintisiete debe realizarse «respetando el papel de los interlocutores sociales en la formación de los salarios», según se señala en las conclusiones aprobadas por los ministros de Empleo, en las que no mencionan la supresión de las cláusulas de revisión salarial que se aplican en España para compensar la desviación de los precios, y que sí reclamó Merkel.
Bruselas dice que la senda correcta está en reducir los impuestos al trabajo
Sí recomienda Bruselas, tajante, que la senda correcta está en reducir los impuestos al trabajo, es decir, las cotizaciones sociales, y sustituirlos por tasas medioambientales, así como facilitar la contratación laboral con desgravaciones. Reclama igualmente generalizar las «disposiciones contractuales flexibles y fiables» en el mercado de trabajo para luchar contra la temporalidad. facilitar la incorporación de los jóvenes y luchar contar la economía sumergida.
Y no olvidan los ministros europeos las pensiones. Sobre ellas dicen que es necesario retrasar la edad de jubilación, acabar con las prejubilaciones, ligar los sistemas a la esperanza de vida y vincular estrechamente la cuantía de las pensiones con las cotizaciones pagadas durante la vida activa. Medidas que son la base de la reforma del sistema de pensiones que el Gobierno ha puesto sobre la mesa.
Asuntos espinosos
Mientras Bruselas hace estas recomendaciones, las conversaciones para reformar la negociación colectiva marchan a toda máquina, centradas en uno de los asuntos más espinosos, la prórroga automática e indefinida de los convenios, la denominada ultraactividad, una de las líneas rojas de los sindicatos y verdadero caballo de batalla de la CEOE. Ambas partes negocian soluciones que permitan salvar el bloqueo que se produce en las empresas cuando hay que renovar un convenio y no existe acuerdo para hacerlo.
Hay coincidencia en acotar las prórrogas indefinidas en el tiempo
La fórmula que toma cuerpo es iniciar el proceso de negociación antes de que el convenio expire en aras de llegar a un acuerdo. Hay también coincidencia en acotar las prórrogas indefinidas en el tiempo —entre nueve y doce meses se está moviendo la horquilla de la negociación— y recurrir a procesos de mediación y arbitraje obligatorios cuando la falta de entendimiento en la empresa derive en bloqueo, la opción más temida por los empresarios, obligados a mantener las condiciones laborales pactadas en años anteriores en espera de un acuerdo.
El capítulo de la ultraactividad está aún por cerrar, así como el de las «cesiones» que deberá hacer la organización empresarial para que los sindicatos acepten acercar la negociación colectiva al ámbito de la empresa y cedan con la flexibilidad interna. Como ya informó ABC los sindicatos tendrán más voz en las decisiones de flexibilidad interna (ajustes de jornada, horarios..) pero está por ver si la CEOE aceptará todas sus reclamaciones, entre ellas conocer al detalle todas las decisiones empresariales, previsiones de empleo, cambios organizativos... En una palabra, estar presentes en los consejos de administración.
Más peso en las pymes
Además, los sindicatos han reclamado aumentar su peso en las pymes. «Para una mejor gestión de la negociación colectiva es preciso el reforzamiento de la interlocución del sindicato en la pyme, mediante la acumulación de horas de los representantes sindicales en el ámbito sectorial», asegura el borrador sindical. CEOE aún debe decir sí. Ambas partes también coinciden en propiciar cambios en el convenio durante su vigencia si la situación lo requiere, es decir, si son necesarios ajustes que eviten despidos, algo que ahora no es viable, y están de acuerdo en eliminar 2.000 convenios de los 5.000 registrados por carecer de efectividad.
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