Cinco «cates» para la banca española

Y todo por presentar a evaluación al 95% del sistema financiero doméstico, muy por encima del 50% mínimo exigido por la EBA, recomendación que han seguido a pies juntillas nuestros vecinos europeos. De hecho, los italianos, que han sonado durante toda la semana como serios candidatos al suspenso, han pasado las pruebas sin problemas, así como también lo han hecho portugueses, belgas y alemanes.

«La transparencia es nuestra mejor arma para despejar dudas ante los mercados e inversores», se justificó, en rueda de prensa, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ante el bombardeo de críticas que le han caído por exponer a más entidades que nadie. Si España se hubiera limitado a exponer las mínimas exigencias requeridad por la EBA, solo se habrían sometido a las mismas cuatro entidades: Santander, BBVA, La Caixa y Bankia, aprobadas las cuatro. Por lo que nuestro resultado hubiera sido homologable al de los mejores países.

En cualquier caso, las cinco españolas suspenden al no alcanzar un capital principal (core capital tier I) superior al 5% en el escenario más adverso en el horizonte temporal de dos años, 2011 y 2012. El escenario más negativo incluye una contracción del PIB en España de un 1% en 2011 y del 1,1% en 2012, con tasas de paro del 21,3% y el 22,4% respectivamente, así como un descenso acumulado del 47% en dos años del precio del os activos inmobiliarios. Según los expertos, la probabilidad de que este escenario adverso se pueda producir es de menos de un 3%.

Esta nota de corte marcada por la autoridad europea no ha permitido a nuestros bancos y cajas computar como capital ni bonos convertibles ni provisiones genéricas. De poder haberlas contabilizado, todas nuestras entidades habrían logrado ese coeficiente mínimo de solvencia. «Las provisiones genéricas en España son el elemento más importante para afrontar cualquier tipo de pérdida, como se ha visto en los últimos años», explicó Fernández Ordóñez al mismo tiempo que decía entender que la EBA no las haya tenido en cuenta por «criterios de homogeneización entre países», ya que es una particularidad del sistema financiero español.

La Autoridad Bancaria Europea ha fijado además para las cinco entidades españolas que no han superado las pruebas de estrés unas aportaciones adicionales de capital de 1.564 millones de euros para alcanzar el coeficiente mínimo de solvencia exigido. En concreto, establece que la CAM necesitaría 947 millones de euros; Banco Pastor, 317 millones; Caja3, 140 millones; Unnim, 85 millones; y, CatalunyaCaixa, 75 millones de euros. Sin embargo, tal y como se apresuró a explicar el propio gobernador, y después matizó la vicepresidenta económica, Elena Salgado, teniendo en cuenta otras medidas atenuantes reconocidas, como las provisiones genéricas o las convertibles, todo el sector bancario español supera el ratio mínimo del 5% y no necesitará capital adicional. Así, CatalunyaCaixa asegura que teniendo en cuenta las provisiones genéricas (un 1,1 punto porcentual más) así como la desinversión de Repsol (0,4 puntos porcentuales adicionales), alcanzaría un core capital del 6,3%. En el caso de Unnim, fuentes de la entidad afirman que cuentan con 412 millones de euros de provisiones genéricas para cubrir el escenario económico adverso con lo que obtendrían un nivel de capital del 6,2%. Mientras Caja3 lograría un 6,6% con las genéricas y otras reservas en balance (que le aportarían 2,6 puntos porcentuales más al suspenso), y Pastor llegaría al 5,6%, contando con 0,9 puntos porcentuales más de provisiones y reservas y 1,4 por los bonos obligatoriamente convertibles de que dispone, ya emitidos. Por tanto, todas ellas cuentan con suficientes elementos de absorción de pérdidas.

Del lado de las mejores calificaciones entre las entidades españolas, por encima incluso del 6%, aparecen Banca March (23,5%), Kutxa (10,1%), Unicaja (9,4%) y BBVA (9,2%). Destacar el resultado de los dos grandes: BBVA terminaría 2012 con un «core capital» del 9,2% en el escenario más extremo, ratio que se elevaría al 10,2% al incluir las genéricas; mientras que Santander cerraría 2012 con un coeficiente del 8,4%, en el 8,9% con genéricas.