CaixaBank usará la compra de Cívica para ajustar su propia red
«No puede haber una entidad dominante en ninguna región», avisa la patronal bancaria
A la espera de lo que haga Banco Santander —BBVA ya movió ficha con la compra de Unnim—, CaixaBank se ha convertido en el primer banco de España al absorber Banca Cívica por 977 millones de euros. Lo es por volumen ... de activos pero también por capacidad instalada. La suma de ambas entidades dará lugar a un gigante de 6.590 sucursales y 32.715 trabajadores. La red de oficinas de la entidad presidida por Isidro Fainé ya era la más extensa del país, con 5.196 locales y 24.915 empleados. Según informan a este diario fuentes financieras, la entidad catalana deseaba reducir su red por considerarla sobredimensionada y podría aprovechar esta operación para hacer ese ajuste en sus propias sucursales.
Los sindicatos aseguran que todavía no han recibido ninguna información sobre cómo se hará el ajuste que requiere la fusión ni a cuántas oficinas y empleados afectará, aunque algunas informaciones apuntan a que el grupo cerrará unas 1.000 sucursales, lo que supondría el despido de unos 3.500 trabajadores. Lo que sí parece probable, según esas fuentes, es que el ajuste afecte a los servicios centrales y que algunas de sus tareas sean externalizadas. Además, la entidad podría incluir o sumar al ajuste que exige la absorción el que ya necesitaba hacer La Caixa antes de la operación.
Según las cifras al cierre de 2011, CaixaBank tiene una ratio de eficiencia del 51,5%. Esto es: por cada 100 euros que logra ingresar, gasta 51,5 euros. Aunque logró reducir un 4% sus gastos de explotación durante el pasado ejercicio, los gastos en personal aumentaron un 2,7%. Y eso que en el último año cerró ya 213 oficinas.
La adquisición de Banca Cívica provocará además duplicidades en algunas comunidades autónomas en las que ambas entidades están instaladas. El grupo resultante será el líder o uno de los primeros bancos por oficinas en Navarra (con una cuota de mercado del 33,8%), Canarias (28%), Cataluña (25,5%), Andalucía (20,3%), Baleares (21%) y Castilla y León (13,1%).
La concentración de cuota de mercado que está atesorando CaixaBank no es algo que pase desapercibido para el sector. Ayer mismo, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, explicó que el sector es partidario de que la reforma financiera dé lugar a entidades más fuertes, más solventes y más grandes si no se pone en peligro la competencia. «No puede haber una entidad dominante ni a escala nacional ni en ninguna región», avisó durante la presentación de resultados de los bancos españoles Martín, en lo que se interpretó como una clara referencia al papel que está asumiendo la entidad catalana.
CaixaBank, como ya informó ABC , tendría entre sus planes acudir a la probable subasta de Novagalicia Banco con el fin de crecer en el norte de la Península, donde su presencia es aún escasa. «No tenemos ninguna otra operación sobre la mesa», intentó zanjar ayer el consejero delegado de la entidad, Juan María Nin, al presentar la fusión a los analistas.
Pero de pujar por la caja gallega, como prevé el sector, y en caso de hacerse con ella, La Caixa sumaría en Galicia una cuota de casi el 50%. Esto, según fuentes financieras, habría llevado al Banco de España a estar vigilante en torno a los movimientos de Fainé. El supervisor no quiere que el mercado dé por hecho que será adjudicada a La Caixa y no se presente nadie más a la puja y tenga que entregarla al precio que pida el banco catalán.
Tras el acuerdo entre las dos entidades surgieron además dudas en torno al futuro de las participaciones preferentes de Banca Cívica. El acuerdo establece que los clientes de esta entidad podrán canjear los 940 millones que tienen en esos títulos al 100% del nominal y por obligaciones necesariamente convertibles en acciones de CaixaBank.
Ver comentarios