Blanco confía en alcanzar un acuerdo con los sindicatos de AENA antes de Semana Santa
El ministro de Fomento lanzará un nuevo plan de ahorro para reducir un 50% el gasto energético en la red de carreteras
L. M. ONTOSO
Después de 11 años de litigio continuado, la agresiva ruptura de la mesa de diálogo, un decreto que repentinamente barrió años de privilegios laborales, la incesante sombra de la huelga y el plante que el pasado mes de diciembre paralizó el transporte aéreo español, el ... Gobierno y los controladores han firmado la paz. Al menos de cara a la galería, que no es poco en un conflicto enquistado por los reproches, las acusaciones e, incluso, varios procesos penales.
La intervención de Manuel Pimentel, ex ministro de Trabajo, como árbitro entre las partes ante la falta de acuerdo puso ayer punto final a la negociación del segundo convenio colectivo. El argumento del que se partía, según explicó ayer Pimentel, era que «en España los controladores trabajan más que la media europea, pero también ganan mucho más». Con el fin de acercar las retribuciones y la productividad de este colectivo a la media de los cinco primeros operadores europeos, el laudo, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2013, establece una jornada laboral de 1.670 horas en 2011 y 2012 y una masa salarial de 200.000 euros anuales.
A partir de este último año, tanto las horas de trabajo como las percepciones salariales se rebajarán: en 2013 podrán trabajar un máximo de 1.595 horas y sus emolumentos se reducirán en la misma proporción.
Como fórmula para reducir el absentismo, que golpeó a algunos aeropuertos y centros de control de la costa mediterránea el año pasado, la jornada laboral máxima de 1.670 horas es ampliable «por motivos de formación» hasta en 40 horas en 2011 y en 25 horas en 2012. Pimentel —que contó con el asesoramiento del abogado Juan Chozas— detalló que las bajas por enfermedad se computarán como jornada laboral, pero no como «jornada aeronáutica» (el tiempo que un controlador pasa desarrollando las labores de control). El límite mensual de actividad aeronáutica será, por su parte, de 170 horas. La reincorporación del trabajador, tras un periodo de baja, supondrá la anexión a los turnos previstos por la compañía, «el funcionamiento normal de cada empresa», remachó.
El presidente del sindicato mayoritario de los controladores (USCA), Camilo Cela, pese a que no valoró el texto por no haberle dado tiempo a analizarlo, agradeció que «se haya fijado una jornada laboral máxima» que ponga fin a la indefinición de sus turnos y se mostró deseoso de «recuperar una vida normalizada con AENA».
El Ministro de Fomento, José Blanco, se felicitó por el resultado de las negociaciones. «No hay ni vencedores ni vencidos», destacó tras cononcer un veredicto que AENA «cumplirá de la A a la Z».
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