El independentismo y la recentralización de impuestos

El espectáculo que hemos vivido esta semana es surrealista. Un partido independentista, ERC , que exige para Cataluña una Agencia Tributaria propia y capacidad fiscal para subir, bajar y crear impuestos, pacta con el Gobierno obligar a Madrid a subir los suyos. Sorprende además, que ni el Gobierno ni ERC digan una palabra sobre el cupo vasco y el concierto navarro , y el hecho de que el País Vasco y Navarra aportan a la solidaridad regional mucho menos de lo que deberían si estuvieran en el régimen común, y acusen a Madrid de ser un paraíso fiscal.

Quizás unos y otros deberían ponerse de acuerdo y decidir qué quieren. Si apuestan por la corresponsabilidad fiscal deberían dejar que los gobiernos autonómicos decidan si prefieren gastar menos, subvencionar menos y bajar los impuestos a sus ciudadanos, o por el contrario, apostar por tener más gasto público y que los contribuyentes de estos territorios paguen más para financiarlo. Son dos opciones completamente válidas, que nos deben explicar a los votantes y por las que debemos optar cuando vamos a las urnas. Especialmente si tenemos en cuenta que el hecho de que Madrid baje los impuestos no supone que aporte menos a la solidaridad interregional, sino todo lo contrario, es la que más aporta . De hecho, como no podría ser de otra manera, los cálculos para aportar o recibir al fondo de solidaridad se realizan a impuestos constantes e idénticos para todos. Lo que no puede ser, y el Gobierno debería explicar por qué lo hace, es que se intente acabar con el modelo fiscal de Madrid por el mero hecho de que no le gusta . Y no le gusta porque, además, funciona. Bajar impuestos desincentiva el fraude fiscal, atrae talento e inversión, e impulsa la actividad económica. Y la Comunidad de Madrid es la prueba palpable de que eso es así.

Otra cosa es que apostemos por la recentralización. Que al igual que en la etapa franquista o en los primeros años de la democracia sea el Estado quien fije los impuestos que se pagan en todos los territorios, los servicios que se prestan, y café para todos. Eso permitiría que los ciudadanos de toda España, independientemente de donde residamos, paguemos los mismos tributos y recibamos las mismas ayudas y servicios. Pero mucho me temo que no es esto lo que quiere el Gobierno de PSOE y Podemos, y desde luego no es el objetivo de los independentistas de ERC.

No sé si el señor Rufián se ha planteado qué haría o diría si fuera ña la señora Ayuso quien obligara a subir o bajan impuestos en Cataluña. Y el argumento de que Madrid es un paraíso fiscal o que la comunidad hace dumping no es más que una rabieta o un intento de descalificar la política económica emblema del PP . Les recuerdo que quien suprimió el Impuesto del Patrimonio en España en el año 2008, argumentando que era un tributo anacrónico, que solo pagan las clases medias, fue el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, que tres años después volvió a implantarlo de manera temporal por la crisis económica. Que Sánchez y el independentismo quieran ahora poner mínimos a este tributo... olvídense, no es por justicia fiscal, es por atacar la política económica de Madrid .

Las cifras . La Comunidad de Madrid cerró 2019 con un aumento del 3,9% en los ingresos derivados de la recaudación de los impuestos de gestión autonómica, el mismo año en el que entraron en vigor nuevas deducciones en estos tributos. Entre 2009 y 2017 Madrid ha aportado al fondo de solidaridad regional más de 27.000 millones de euros, el triple que la segunda comunidad que más ha aportado en este periodo, Cataluña.