Yolanda Gómez
España necesita ya un plan de ajuste para bajar la deuda
Aunque el Gobierno no esté por la labor de decirle a los ciudadanos que más pronto que tarde se tendrán que apretar el cinturón, debería aprobar un plan a futuro antes de que sea demasiado tarde y tenga que actuar de manera desordenada
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónTodo ocurre a la velocidad de la luz. Si hace una semana estábamos a las vísperas de unas elecciones autonómicas cuyos resultados podrían influir en el futuro político del conjunto del país, hoy nos encontramos con que el partido que ganó esos comicios se encuentra inmerso en una guerra cainita ... que dejará graves heridas de las que le costará recuperarse y que, con toda probabilidad, condicionarán los resultados de los comicios futuros. Aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha descartado, por el momento, adelantar los comicios para aprovecharse de la debilidad del adversario, está claro que gana enteros la posibilidad de que Sánchez repita en la Moncloa con unos u otros socios. Y que la izquierda esté en el Gobierno no solo los dos próximos años, sino el próximo lustro, marcará la aplicación de una política económica u otra cuando necesariamente lleguen los ajustes.
El Fondo Monetario Internacional advierte en su informe sobre España, hecho público esta semana, que la deuda pública debería ir reduciéndose de forma gradual para dejar margen para poder responder a futuros shocks. Y por ello pide que «cuanto antes se formule un plan creíble de consolidación fiscal que ayudaría a crear el necesario consenso social y a ganar la confianza de los inversores». Lo cierto es que la deuda pública que se disparó con la crisis financiera, pasando del 35,8% del PIB en el año 2007 al 100% en 2014, apenas tuvo tiempo de recuperarse antes de sufrir de nuevo el zarpazo de la pandemia. Entre 2014 y 2020, cuando estalló la pandemia, la deuda apenas se había reducido en cinco puntos, con lo que el punto de partida para afrontar la nueva crisis era mucho peor. Los gastos extra del Covid se asumieron con una deuda inicial del 95%, una cifra que ha llegado a superar el 120%del PIBy que al cierre de 2021 se ha moderado ligeramente hasta el 118,7%.
Es cierto que la actuación temprana y eficiente del Banco Central Europeo comprando toda la deuda pública que ha sido necesaria, y la flexibilización del plan de estabilidad, ha permitido a los países con deudas elevadas, como España, financiarse sin el castigo de tener que hacer frente a elevadas primas de riesgo como ocurrió en 2012. También es cierto que la actual situación de elevada inflación, tan perniciosa para otras facetas de la economía, para la Hacienda Pública es una bendición. La fuerte subida de precios permite al Fisco recaudar más por todos los impuestos que van ligados al precio, como el IVA o los impuestos especiales. Incluso si se suben los sueldos, o las pensiones, si no se deflacta la tarifa del IRPF –y no se ha hecho–, buena parte de esa subida es para Hacienda. Y además, la inflación se come parte de esa deuda. Estos factores pueden ayudar a retrasar los ajustes, pero no a evitarlos.
El Banco Central Europeo ha comenzado a cambiar su discurso y ya ha anunciado que comenzará a retirar sus medidas expansivas este mes de marzo, primero dejando de comprar deuda Covid, y, a lo largo del año probablemente, también subiendo los tipos de interés. Ante esta situación ya estamos viendo que la prima de riesgo –de la que hace ya mucho que no hablamos– empieza a subir y supera los 100 puntos básicos. Y en Europa, aunque hay una corriente, a la que el Gobierno español apoya, para relajar de manera permanente las reglas de estabilidad, Alemania no está muy por la labor. De modo que, aunque mucho me temo que el Gobierno no está muy por la labor de presentar ya un plan de ajuste, como le pide el FMI, y decirle a los ciudadanos que más pronto que tarde tendrán que apretarse el cinturón, más les valía que lo fueran haciendo cuanto antes, porque si la derecha sigue tirándose tiros en el pie es más que probable que sean ellos quienes tengan que arreglar el desaguisado.
Una deuda insostenible
España debía al cierre del año pasado casi el 119%de su PIB, una cifra inferior a la prevista pero totalmente insostenible en el medio y largo plazo. Desde que estalló la pandemia ha crecido en cerca de 25 puntos de PIB, unos 250.000 millones de euros
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete