Web3, tambores de revolución en el reino de las ‘big tech’
El nuevo internet abraza el ‘blockchain’ para armar un ecosistema que diluye el control de los gigantes tecnológicos y premia el papel activo de los usuarios
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Iniciar sesiónInternet está experimentando un proceso de transformación hacia la Web3, una nueva fase enfocada en la descentralización de la tecnología existente. En su versión actual, la Web2, unos pocos gigantes tecnológicos controlan todos los segmentos de la economía de internet. Facebook posee las redes sociales, ... Amazon el comercio electrónico y Google la publicidad online. Con la Web3, esto podría dejar de ser así gracias al desarrollo de un ecosistema descentralizado a través de proyectos basados en ‘blockchain’ que permitan aprovechar el potencial de las economías tokenizadas.
«De convertirse en una realidad, y va camino de ello, veríamos un internet menos copado por las grandes tecnológicas, menos centralizado y en donde los usuarios puedan operar sin necesidad de tener que entregar sus datos constantemente», dice Cristina Carrascosa, CEO de ATH21, un despacho legal especializado en criptoactivos y tecnología blockchain. La Web1 se centraba en páginas conectadas por hipervínculos, mientras que la Web2 lo hacía en las redes sociales. Dos elementos clave que habilitan la evolución hacia la Web3 son el blockchain y los token.
El token juega un papel de incentivo para fomentar la participación de los usuarios en el desarrollo de nuevas plataformas tecnológicas más abiertas e inclusivas. «Funcionan como una forma de remunerar a los usuarios y así atraer a los ‘early adopters’», explica Daniel Díez, director de Innovación en Accenture España. Esos incentivos a través de la tokenización permiten que surjan compañías en torno a una comunidad en la que todos sus usuarios se benefician, rompiendo así con la tradicional estructura empresarial de socios y empleados.
El desarrollo del marco legal europeo MICA será clave para el Web3
A grandes rasgos, un token es cualquier tipo de unidad de valor que pueda representar un retorno. Puede ser una nueva criptomoneda, un archivo digital con una certificación NFT (siglas de token no fungible) o puede representar un número de derechos de voto. Un token puede incluso ser unidades de un activo real. Un ejemplo sería la tokenización de una casa de 100m2 en cien fracciones de 1m2. De este modo, en la Web3 podría haber aplicaciones que recompensen con esos tokens de 1m2 a los usuarios que colaboren en el desarrollo y crecimiento de una plataforma.
«Lograr una redistribución de los incentivos que motivan la creación de tecnología es el objetivo final de la filosofía que sustenta la Web3», explica Darío Villena, director de Inversiones en Kapita VC, un fondo de capital riesgo. «Es una redistribución de los incentivos. Actualmente las empresas desarrollan nueva tecnología con la intención de hacer ricos a sus accionistas. En cambio, en la Web3 cualquiera que participe en la creación de valor se beneficia del proceso», dice.
Poder para el usuario
«Se pretende acabar con el modelo de negocio común de plataformas tecnológicas que extraen, y se benefician por completo del valor que, sin embargo, crean sus usuarios. Sobre todo con sus datos y el contenido aportado», dice Carrascosa, de la firma legal ATH21. De esta manera Web3 trae una forma de ver internet contraria a la actual en la que plataformas como Youtube, por ejemplo, sólo remuneran a parte de sus creadores de contenido con una pequeña porción de sus ingresos. O al modelo de personalizar anuncios según los datos de los usuarios, como hace Google.
Mientras que los ‘tokens’ funcionan como la moneda con la que se premia a los desarrolladores, el ‘blockchain’ es la columna vertebral sobre la que se asienta este nuevo internet. Y, dentro de estas plataformas, Ethereum es la de mayor potencial por su capacidad para impulsar ecosistemas ‘Defi’, acrónimo de ‘finanzas descentralizadas’. Con Ethereum es posible crear contratos digitales o aplicaciones descentralizadas, conocidas como ‘dapps’, que utilizan tokens para ofrecer servicios no controlados por organismos centrales como gobiernos o entidades bancarias. Su objetivo final es permitir a los usuarios comerciar entre sí sin necesidad de intermediarios.
Marco legislativo
«Las finanzas descentralizadas suponen que sectores que tradicionalmente estaban controlados por el regulador pueden pasar a manos de los ciudadanos», dice Díez, de Accenture España. Con la intención de crear un marco regulatorio para estos escenarios tan disruptivos, la Unión Europea está evaluando una propuesta de legislación llamada MICA que establecería algunas normas sobre la operación de criptoactivos. MICA, presentada en septiembre de 2020, aún no ha entrado en vigor.
Las piezas del rompecabezas que conforman la Web3 han ido encajando en los últimos años. Y, en cierto sentido, este nuevo internet es ya una realidad con iniciativas como el bitcoin que, de momento, ha demostrado que es posible tener un activo totalmente descentralizado. Sin embargo, estas tecnologías descentralizadas todavía no han sido asimiladas ni utilizadas masivamente por el público en general.
«Es un proceso natural de cambio que se produce sobre herramientas que ya estamos utilizando», dice Díez, de Accenture España. Al fin y al cabo, Web3 es un proceso de transformación que amalgama diferentes conceptos como ‘blockchain’, ‘tokens’ o Defi. «Es una evolución que permite crear entornos más colaborativos y más justos que pueden beneficiar al consumidor», añade
Pioneros
Para Villena, del fondo Kapita VC, Web3 se encuentra todavía en una fase muy temprana en la que el bitcoin o la plataforma de comercio de criptomonedas Coinbase son equivalentes a los primeros proyectos de éxito que se lanzaron en los inicios de internet.
«No sabría decir exactamente cuándo considerar que la Web3 está implementada, pues realmente tampoco se sabe a ciencia cierta qué es lo que estamos esperando», dice Carrascosa, quien considera que ahora mismo hay una gran confusión alrededor de todos los conceptos que la conforman. «El producto final que debe ser Web3 no tiene una definición generalmente asumida o identificada, más allá de estar de acuerdo en que tendrá ciertas características», concluye.
En la estela que dibuja el modelo del bitcoin
El bitcoin y las criptomomendas son, de momento, el mejor caso de éxito para comprender cómo podrían ser las iniciativas que encajen en el modelo de Web3. Basado en la tecnología blockchain, bitcoin es un activo descentralizado que ha logrado atraer a un público masivo y que premia con tokens a los programadores que trabajan por mejorar su seguridad. El denominado como proceso minado es esencial para realizar las transacciones y garantizar la seguridad de la red. A cambio de realizar ese trabajo, los mineros obtienen una recompensa de 6,25 bitcoins por cada nuevo bloque verificado.
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