Viaje hacia una jubilación antes de los 50 años que te permita vivir de las rentas

Tal y como explica en su blog la asesora financiera y presidenta de Schwab Foundation , Carrie Schwab-Pomerantz, esta corriente nace con el objetivo de alcanzar una filosofía vital más basada en valores personales que en posesiones materiales con el fin último de retirarse a una edad temprana que les permita dedicarse a aquello que más les gusta en vez de tener que madrugar todas las mañanas para fichar en la oficina . Las tres reglas básicas, según resume Schwab-Pomerantz, son las siguientes: evitar la deuda innecesaria, priorizar los ahorros y gastar por debajo de las posibilidades de cada uno.

En esencia, si uno quiere hacer realidad el sueño de la jubilación temprana, debe apostar «por sacar el máximo partido de cada dólar». «En comparación con el objetivo común de ahorrar entre el 10 y el 20% de los ingresos, por ejemplo, los adeptos al movimiento FIRE abogan por ahorrar el 50%», señala Schwab-Pomerantz. Para calcular el dinero que sería necesario de cara a un retiro anticipado, conviene pensar en cuánto dinero necesitaríamos el primer año sin trabajar y multiplicarlo por 25 , añade esta experta.

En España, la senior data scientist en BBVA y autora de «Tu llave a la libertad financiera» (grupo Planeta), Esmeralda Gómez, defiende que también es posible jubilarse antes de los 50 con disciplina y multiplicando las fuentes de ingresos pasivos . «No es tan importante el punto de partida, sino el plan trazado a largo plazo. Yo empecé de cero. Lo importante es crecer en todos los sentidos: crecer como persona para que nuestro entorno y patrimonio pueda crecer en consonancia y ser equilibrado, de lo contrario, el patrimonio de la persona se desmoronará o ajustará al nivel que pueda asumir la persona que lo gestiona», explica Gómez-.

Para conseguir el objetivo final, Gómez aconseja aumentar el porcentaje destinado al ahorro conforme pasa el tiempo y aumentan los ingresos y la experiencia . «La estrategia a seguir en los primeros años es destinar al ahorro y la inversión el 30% de nuestros ingresos. Hasta que acumulamos unos ahorros, hay que destinar más al ahorro y luego a partir de un punto, a invertir. Pero luego, cuanto mayor sea el porcentaje destinado a invertir y ahorrar, más corto es el viaje a la jubilación. El último año, yo destiné el 60% de los ingresos al ahorro y la inversión ». añade.

«No hay una postura clara, hay personas que se enfocan más en el ahorro, otras que se enfocan más en la generación de ingresos pasivos elevados, y otras en ambas opciones. Lo que las define a todas las personas que forman parte del movimiento es que tienen un criterio propio de pensamiento , de lo contrario, nunca se podría llegar a pertenecer a un movimiento minoritario no extendido en la sociedad», puntualiza la autora de «Tu llave a la libertad financiera».

En consonancia con el estilo de vida de los adeptos al movimiento FIRE, Gómez aconseja austeridad. «Yo estuve años sin irme de vacaciones pagadas, veraneaba en el pueblo. Y sigo sin tener coche en propiedad. Llevo y recojo a mi hijo pequeño en patinete. En contraposición he realizado ya varios másteres e invierto en vivienda. La vida es la suma de pequeñas elecciones», resume.

También existen también métodos mixtos que no apuestan por la jubilación completa, pero sí por ahorrar para alcanzar años de libertad financiera. Aquí se encuentra la estrategia del preahorro defendida por Luis Pita , autor del libro «Ten peor coche que tu vecino» y quien afirma que si hoy mismo abandonara su trabajo, podría mantener sus gastos actuales a lo largo de 14 años. En este sentido, Pita insta a «vivir por debajo de nuestras posibilidades», a destinar de forma automárica a la inversión el 20% de nuestro salario, a buscar a un buen asesor financiero y a no contraer deudas, excepto la hipoteca para costear la vivienda.

Además, Luis Pita anima a generar ingresos pasivos que complementen el sueldo mensual y que pueden conseguirse a través de alquileres de viviendas, dividendos de acciones, los derechos o «royalties» y la venta automatizada de productos. «Los ingresos pasivos tienen una gran ventaja. Aunque requieren una inversión inicial de tiempo o dinero, después no exigen tu trabajo. Por eso te generan una enorme libertad financiera», recalca Pita.