Ultimátum de los controladores aéreos: irán a la huelga si Enaire no cesa las jubilaciones forzosas

El conflicto tiene su origen en la macrohuelga que realizaron los controladores en 2010. Tras el conflicto se redactó una norma que establecía que no podía haber ningún controlador trabajando con más de 65 años. Entonces esa era la edad de jubilación.

Con el paso del tiempo, y la aplicación de la reforma laboral, la edad de jubilación se ha ido retrasando gradualmente hasta alcanzar los 66 años el pasado mes de enero. Pese a ello, Enaire inició en verano una serie de jubilaciones forzosas para controladores que cumplieran los 65 años.

Los sindicatos consideran que algunas de estas jubilaciones son en la práctica un despido. Porque determinados trabajadores no cuentan con los años suficientes cotizados para acceder a la pensión máxima. Tal y como publicó ABC, los trabajadores con menos de 66 años que se jubilen tienen que tener este año más de 37 años y tres meses cotizados para cobrar el 100% de pensión.

Ante las quejas de los controladores, la compañía aseguró hace unos días que solventaría el conflicto. Incluso el director de recursos humanos de Enaire se ha pronunciado públicamente asegurando que la empresa pública estaba buscando soluciones jurídicas para evitar que la situación se repitiese.

Los controladores han recogido el guante. Tras celebrar su congreso anual, el principal sindicato de controladores, USCA, ha anunciado que daría a la compañía un plazo máximo de 45 días para solventar esta situación. «Es algo insólito, y si no enmiendan su error nos veremos abocados a ir a la huelga», explican desde la organización de trabajadores.

Las jubilaciones forzosas han sido la gota que ha colmado el vaso, pero las relaciones entre los controladores aéreos y Enaire llevan años deteriorándose . Sobre todo por la falta de efectivos que dice sufrir la plantilla. En 2018, la matriz de Aena se comprometió a solventar este déficit de trabajadores, pero las incorporaciones se frenaron en seco durante la crisis del coronavirus.

Así, el compromiso de reponer 69 plazas y incorporar otros 78 trabajadores en 2020 quedó lejos de cumplirse. Los controladores reclaman ahora que se retomen las altas con la mayor premura, sobre todo porque el plazo medio de formación de un controlador son 30 meses y el tráfico aéreo «está creciendo por encima de lo esperado en España».