El turismo, motor de nuestra economía
Leemos que la superficie para el próximo Fitur ha caído un 13%. La joya de nuestro turismo y, probablemente, la feria más importante del sector pierde brillo. Hay muchas ausencias debido al control presupuestario en sus empresas. Una vez más querría recordar que éste es nuestro petróleo, y es esencial tomar medidas para potenciarlo. Es urgente su reinvención.
Los datos avalan la importancia de esta industria: 42.200 millones de euros en ingresos, un 11% del PIB y un 12% del empleo nacional. Estos argumentos bastan para cuidarla y sumar esfuerzos para conseguir el respeto que merece. Hemos de tomar como ejemplo sectores como la automoción o la siderurgia, alineados en la defensa de intereses comunes.
Una clave para impulsar el turismo son los hoteles; conseguir créditos especiales, condiciones preferentes y, sobre todo, la agilización de los trámites burocráticos que dificultan la creación de empresas. También es importante fomentar la profesionalización y la formación, y apoyar iniciativas atractivas, útiles y novedosas, que no tienen por qué ser necesariamente faraónicas. Sólo hay que sacar más partido a los recursos existentes.
En mis viajes he observado lo bueno y lo malo de los hoteles, pero la principal lección fue que había mercado para aquéllos de precio ajustado alejados de la idea de «barato sinónimo de baja calidad». Entonces, ¿por qué no adaptar este modelo a España? La respuesta es el germen de la cadena Room Mate Hotels que presido.
El sector hotelero debe acomodarse rápida y eficazmente a una sociedad que cambia. Las distancias se acortan y los hoteles se tienen que adaptar a las necesidades del viajero más experimentado. Si la gente ya era sensible al precio, la crisis ha hecho que esto se agudice, y cuida más su dinero aún sin renunciar a la calidad.
Los titulares son preocupantes tanto por la crisis del consumo como por el nivel de endeudamiento. En este panorama incierto habrá una oportunidad para hoteles asequibles pero de calidad alta. Aunque baje el consumo, la gente va a seguir saliendo a cenar, comprará ropa y seguirá viajando... pero gastarán menos dinero.
Cuando vendemos habitaciones es importante la promoción conjunta del entorno y de la ciudad. Me gustaría recordar a los que formamos parte del sector hotelero que es esencial cuidar al viajero: que se sienta cómodo y atendido. La persona que disfruta, tarde o temprano, vuelve.
Estos días conmemoramos los 25 años del logotipo del turismo de España diseñado por Miró, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha querido hacer hincapié en que «el turismo es el petróleo de España». Somos la segunda potencia en llegada de turistas extranjeros e ingresos. Ahora el reto es una mejor y mayor colaboración entre administración, comunidades autónomas y profesionales. Esperemos que los 800 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado para 2009, que considero insuficientes, den su fruto y que el Plan Renove del Turismo auspiciado desde el Gobierno sea un éxito. Es responsabilidad de todos.
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