Los trabajadores de la empresa no conocen las condiciones del rescate

Al tiempo que la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero , se detenía en el impacto que tendrá la nueva paga para desempleados del Ejecutivo y el ministro de Consumo destacaba «la alarma social» que habían creado las casas de apuestas, el Gobierno silenciaba el rescate de Air Europa.

Montero se limitó a ensalzar la importacia de la compañía, asegurando que cumple «un servicio esencial para asegurar la conectividad de España y contribuye a garantizar una adecuada oferta de los destinos turísticos». Luego, en el turno de preguntas, soltó dos bombas:que el Estado tendría dos consejeros en la empresa rescatada y que decidiría de forma consensuada con la empresa quién sería el próximo CEO de la compañía. Nada más.

En el Consejo de Ministros no estuvo presente ningún representante del ministerio de Transportes, pese a que según ha podido saber ABC, el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Pedro Saura, ha tenido un papel activo en las negociaciones con la empresa.

El secretismo y la opacidad han sido una constante durante todo el proceso, que comenzó cuando Air Europa reclamó un crédito de 400 millones al Ejecutivo durante el verano. El hecho de que finalmente la asistencia haya sido de 475 millones se debe al deterioro que ha sufrido la compañía durante los últimos meses, siempre según fuentes empresariales.

¿Qué plan de viabilidad ha presentado la empresa, en negociaciones para ser vendida? ¿Qué condiciones ha impuesto el Gobierno para conceder la ayuda? ¿Por qué ha entrado en el consejo de Air Europa el Estado si la compañía lo rechazaba en un primer momento? Son preguntas que quedan en el aire después de las negociaciones y a las que el Gobierno no ha querido responder por el momento; el rescate ni siquiera ha sido recogido en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Fuentes cercanas al proceso destacan que para el Gobierno ha supuesto un «estigma» rescatar a una compañía privada en una situación socioeconómica tan delicada como la actual. Según las condiciones del fondo de rescate de empresas estratégicas que creó el Gobierno, hay un plazo de tres meses para publicar las condiciones de las ayudas.

El hermetismo también ha sido una constante en Air Europa, una actitud que ha sido duramente criticada por su plantilla, sobre todo por sus pilotos. La semana pasada, el sindicato Sepla lanzó un comunicado en el que si bien por un lado acogían con «satisfacción» el «esperado» rescate, por otro criticaban la falta de transparencia respecto al proceso.

«Este rescate estaba supeditado a un plan de viabilidad que ha sido examinado por los organismos públicos competentes, contando finalmente con su aprobación. En este sentido, la sección sindical de Sepla vuelve a pedir a la compañía conocer los detalles sobre ese plan de viabilidad, cuya aplicación entiende se extenderá mucho más allá de los próximos meses y tendrá una repercusión directa sobre el futuro de los pilotos de la compañía», abundaba el comunicado.

Tal y como informó ABC, los pilotos de la compañía viven una situación desesperada . Llevan meses inmersos en un ERTE y algunos no cuentan con más ingresos que los que les proporciona el SEPE.

La plantilla vive ahora con incertidumbre la llegada de asistencia pública, porque la sombra de los recortes de empleo es cada vez más alargada. «Necesitamos saber qué esfuerzos y sacrificios va a tener que hacer nuestro colectivo para buscar soluciones que permitan afrontar nuestro futuro con garantías. Es el momento de ver qué esfuerzos y que cesiones será necesario acometer para llevar adelante los acuerdos de financiación, ha destacado el colectivo. Pese a ello, desde Sepla aseguran a este periódico que todavía no han recibido respuesta por parte de la empresa.